LUCERO DE ROCÍO
En el mismo instante
cuando a exactitud nace
la lumbre, allí candoroso,
te aguardo apacible.
El mismo tiempo
con sus advertencias
o desengaños no pudo
detener el rodar de la piedra.
Tampoco pudo
detener que gota a gota
el agua de la esperada lluvia
primorosa vuelva a la tierra.
Ya no importa
si los pinceles cada vez
maticen con más nitidez
miradas risueñas o difíciles.
Quedan en las pupilas
impregnadas con melodías
dentro el extenso caminito florecido
con racimos enigmáticos de las tunitas.
Tú eres fuente viva
manando entre el pedregal;
jamás podré renunciar a tu luz,
único lucero de rocío y canto.
Orlando Ordóñez Santos.
Derechos Reservados – Imagen de la Red.
Comentario
Qué lindo poeta, me encantó
Tú eres fuente viva
manando entre el pedregal;
jamás podré renunciar a tu luz,
único lucero de rocío y canto.
¡Siiiiiiiiii da alegría cuando las piedras no lograron obstruir el camino de regreso! ¡Oh si, mi lindo Orlando, y eso da una inmensa alegría, felicidad a nuestra vida. La hace sentir más encantadora, más bella, más exquisita, saborear cada instante de su tiempo.
Gracias amigo, felicitaciones!
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