LOS NIÑOS DE LA GUERRA

[Eladio]

LOS NIÑOS DE LA GUERRA

Rodulfo González

En la actualidad,  para vergüenza del mundo moderno,  muchos niños son victimas activas, como soldados, de los conflictos bélicos.

Para el  año 1988, según lo reveló  un informe de las Naciones Unidas, al menos menos 200 mil niños  de doce países beligerantes estaban enrolados en las fuerzas armadas regulares o irregulares a pesar de que desde 1977 los miembros de la ONU habían firmado un protocolo sobre derechos humanos estableciendo que quince años era la edad minina de los soldados que podían ser reclutados.

Denuncias ante la opinión pública internacional procedentes del Grupo de Amigos del Comité Mundial para Consultas de la secta religiosa de los cuáqueros con sede en Londres y de  la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, indican que los oficiales militares someten a los niños y jóvenes a brutalidad física, no les informan adecuadamente sobre el peligro de sus misiones, y los castigan en forma arbitraria.

Por otro lado, al informar sobre la situación de los niños-soldados en los países donde se les emplea, las dos organizaciones revelan que en Afganistán el régimen de Kabul apela a la cacería ilegal de menores de quince años para incorporarlos al ejército y mandarlos a luchar contra los ”muhajeiddin”. Esta situación, catalogada de verdadero secuestro, fue comprobada también en El Salvador, donde   la edad mínima para la conscripción es de 18 años,  sin embargo las fuerzas armadas con frecuencia han capturado menores  por las calles o al regreso a su casa de la escuela,  mientras que los guerrilleros reclutaron en 1987 forzosamente entre 800 y 1.200 adolescentes en los pueblos salvadoreños.

Entre tato, en Guatemala, muchos menores han sido forzados integrar las patrullas de “defensa civil” organizadas por el ejército, y  en Nicaragua son continuas las denuncias de reclutamiento forzoso de niños de hasta 12 años por parte del gobierno sandinista y de los “contra”.

 En noviembre de 1985 la televisión británica  difundió declaraciones de jóvenes  de entre 12 y 17 años que afirmaron haber sido secuestrados por los “contras” y amenazados de muerte si se negaban a combatir.

El gobierno racista de Suráfrica impuso le preparación militar obligatoria para jóvenes, incluso negros, el cumplir los 18 años y el de Irán fijó los 13 años como edad mínima para la conscripción militar y alistamiento voluntario de niños menores con consentimiento paterno. En  los campamentos guerrilleros colombianos se ve a niños que apenas pueden sostener un fusil, reclutados muchas veces a la fuerza de sus hogares campesinos. En  el Perú se ha denunciado que el grupo guerrillero “Sendero Luminoso” recluta niños para la colocación  de bombas en sitios estratégicos. Uno de estos menores, un escolar de 12 años, quedó horriblemente destrozado con una bomba de fabricación casera que iba a colocar en la oficina de la policía de Investigación de Ayacucho, en cuyo albergue, según anunció el arzobispo Federico Ritchter, había 700 de estos niños.

En Honduras y Marruecos se han enrolado en  las Fuerzas Armadas muchos adolescentes que buscan un empleo.

 Por último, la guerra entre Irak e Irán llevó  a cientos de miles de hogares   de todo el mundo, a través de de los medios de comunicación  social y, en particular, de la televisión,  las imágenes de niños-soldados muertos en combate,   prisioneros o marchando con sus fusiles rumbo a las trincheras de Sahtt-El Arab.