LA AVISPA Y EL OSO HORMIGUERO.

[Càstor A. Olivier O.]

CUENTO.

Un arrogante espécimen, taimado y cabizbajo rondaba por la estepa, entre hojas quebradizas, blandiendo su larga cabellera. Una Avispa que se encontraba en una rama seca, batiendo sus alas contra el viento, le irrumpe y cortésmente le pregunta: ¿Greñudo paquidermo a caso, eres hijo de un elefante desnutrido y macilento? El astuto animal crispando su pelaje le responde, Soy Príncipe de larga cabellera de la familia Osezno y tú, ¿Famélica criatura tu esquelética forma y tus débiles patas, raquítica… ¡Basta! Lo interrumpió la avispa, Soy la más esplendida figura que jamás hayas visto en estas tierras, Soy Princesa del aire, donde todos admiran mi silueta de Avispa, Ja ja ja, Tu silueta de Avispa, para mí, eres simplemente una hormiga con alas, y estás incluida en mi cadena alimenticia, haré crujir tu ética figura entre mis afilados dientes, y soltó su larga lengua lacerando el espacio y casi atrapa a la veloz Avispa, que flameando sus transparentes alas escapó sonriente de aquel primer zarpazo, pero el oso con su experiencia milenaria la atrapó en la resaca, la envolvió en su lengua y quiso tragarse la Princesa del aire, fue cuando la Avispa enterró varias veces la ponzoña en su garganta, el oso saltó desesperado lanzándola al espacio, pidiéndole una tregua.

La Avispa con su gran pericia haciendo gala de su destreza y velocidad le enterró nuevamente la ponzoña en su alargado hocico y se posó en el aire casi rozando su nariz, ¡Ah! ¿Tú eres el cobarde Oso Hormiguero que te alimentas de esas indefensas esclavas de la tierra, esas gráciles y diminutas hormiguitas? El Oso Hormiguero explotó en estruendoso llanto…, Es que tengo una boca tan pequeña, que apenas puedo sacar mi delgada lengua para atrapar hormigas y termitas, si no me alimentara de Ellas, entonces, moriría de hambre. La Avispa en un diestro coqueteo en el espacio, murmuró: ¡Bueno!, ¡Cosas de la naturaleza!

¡Adiós pequeño paquidermo!, Yo no soy un pequeño paquidermo, Soy Príncipe de larga cabellera de la familia Osezno.

Dos Príncipes…, Cada uno en su terreno.

Cástor A. Olivier O.
Venezuela.