LA ABEJA Y CLAVELITA.

[Càstor A. Olivier O.]

CUENTO.

La Abeja se despierta muy temprano, se engalana con aroma de miel recién nacida y calienta sus alas cristalinas para emprender su vuelo rutinario, activa su sonar, se lanza con su diminuta redondez en el vacío infinito del espacio, como bala serpenteante sin destino.

La brisa de la aurora acaricia las flores del camino, que aún adormecidas estiran sus pestañas de terciopelo que cubren sus grandes ojos de pétalos rosados, para abrir lozanas y arrogantes. La Abeja aún entre la niebla del alba, apenas se distingue, pero su sonar detecta los colores y el aroma en un edén, tal vez, parecido a “El jardín de mis sueños” donde despiertan los claveles y entre ellos se encuentra… Clavelita, una bella y rozagante jovencita, radiante de hermosura, se mira en el espejo de sus pétalos, se rima el polen de sus labios y se ducha con el aroma del pistilo.

La Abeja centinela de la aurora, la vislumbra desde su lumínica atalaya y se lanza con su vibrar sonoro y cuando está a punto de tocar… ¡Alto! Le dijo Clavelita, doblando su pistilo, No es justo Señora Abeja que después que yo me haya acicalado y me haya puesto tan bonita para recibir la brisa de la aurora, venga Usted como un huracán y sin ninguna estima ni compasión pretenda desarmar mi frágil hermosura destrozando mi efímera belleza, para robar mi polen y mi exquisito aroma.

La Abeja haciendo una pausa en el espacio, a pesar de su limitado tiempo, le dijo con firmeza: ¡Qué mal agradecida eres Clavelita! Yo disemino tu polen entre otras flores para que tú te reproduzcas y así te multipliques por la tierra, si no fuera por nuestra esclavizante y rutinaria labor, tal vez, no existirías. Un tanto sorprendida, exclamó Clavelita, ¡Ah! Bueno. Si es así, te dejaré llevar mi polen por valles y praderas para que hayan muchas Clavelitas en toda la tierra.

Así es, La Abeja sonriente… ¡Adiós Clavelita! Volveré con el alba, pero quizá para mañana, no encuentre tu exótica belleza.

¡Adiós Señora Abeja!
Bueno, ¡Así es la Naturaleza!

Cástor A. Olivier O.
Venezuela.