HECATOMBE

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

HECATOMBE

¡Venid! ¡Venid! Síganme los buenos. Dijo, con voz de rayo el profeta unos quinientos años A. C.; era de noche, la luna llena estaba a plenitud, tanto que parecía de día...

¡Venid! ¡Venid! ¿Por qué se quedan...?, y en su voz la desdicha predecía catástrofes y truenos...

Pese a ser una noche espléndida, de pronto la lluvia se precipitó, vinieron los rayos y centellas, los relámpagos e inmediatamente después la lava ardiente del volcán más cercano...

Fueron momentos de hecatombe. Después el silencio rotundo hasta el amanecer. Todo estaba en ruinas. El acontecimiento había concluido. Nadie fue testigo del asunto. Todos perecieron. Sólo los cadáveres hundidos en los escombros fueron mudas señales del suceso...

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Gracias Juan Pedro; muy buen día!

Arribo de Cleopatra, William Etty.

[Juan Pedro Ribas Vlahovich]

Muy bueno comparto los comentarios de de los compañeros

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Agradezco y valoro tus comentarios y destacado, querida Aimée; muy buena tarde/noche de sábado y muy feliz inicio de semana!

Incendio en Pompeya.

[Aimee Granado]

La hecatombe, amigo, el final siniestro y los muertos como señales mudas del horror y la barbarie. Silencio absoluto y el amanecer revelando lo terrible del suceso sin testigos.

Impresionante como todas tus publicaciones, amigo querido.

Gracias por compartir tu talento creador.

Un saludo cordial.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Saludos y gracias querida Edith Elvira; lo que dices demuestra que nadie inventa el hilo negro; feliz fin de semana y muy buen sábado!

[Edith Elvira Colqui Rojas]

ESTA HISTORIA ME PARECE CONOCIDA JE ES EL FIN DEL MUNDO? JEJE EXCELENTE JUSTO DEJÉ MI TEXTO EL MUNDO DESPUÉS DE LA TERCERA GUERRA MUNDIAL EN OTRO PORTAL