Segundo capítulo

A medida que el tiempo pasaba, dicho sea de paso lo hacia muy lentamente, a juzgar por las manecillas del reloj que parecerían estar sujetas con pesas de plomo invisibles.

Empezó a recapacitar, sin conseguir recordar el momento en el que perdió el conocimiento, pues según la enfermera lo trajeron desvanecido.

Es más, no recordaba donde estaba el miércoles pasado, pues ése fue el día que llegó al hospital, de acuerdo a lo relatado por la enfermera. Mientras lo intentaba, comenzó a vislumbrar que no podía recordar nada de la semana pasada, lo cual era muy raro. Siguió con su propio juego, así lo tomó, como un juego. Notó que otras cosillas, detalles, también se habían esfumado de la memoria.

En eso andaba cuando apareció un médico, hombre entrado en años que lo saludó presentándose como el Doctor Not, encargado de la ronda nocturna y que estaba a su disposición en lo que pretendiera.

     -Señor mio, está claro y es natural que se encuentre confundido, aturdido, quizás dolorido, pero en especial lo que en éstos momentos usted desea es saber cómo y el porqué de su estadía aquí, ¿verdad ?

    -Sí, si doctor… no sé por donde comenzar, mi cabeza es una revolución de incógnitas y dudas que sugiero me ayude con ellas, lo antes posible ¡por favor!

    -Correcto. Si me lo permite empezaré mi explicación comentándole que usted sufrió un derrame cerebral masivo, que se logró interrumpir al ubicarse el foco, que en verdad fueron varios, a causa de la rotura de varios conductos sanguíneos que no soportaron la presión ejercida en sus paredes, y, por consecuencia, la sangre transportada por ellos, invadió sectores ocupando lugares por la fuerza y ejerciendo presión sobre centros importantes dentro del cerebro, a tal punto que fue necesaria una operación inmediata y bastante compleja, para evitar posibles daños que quizás no podrían ser remediables.

El ahora asustado pero un poco calmado paciente, escuchaba con todos sus sentidos la disertación del facultativo. Éste continuó...

    -El proceso de rehabilitación es lento, siendo muy individual en cada caso, no obstante, creemos, que en un par de días, no lo tome con exactitud pues la medicina no es matemática, todo volverá a la normalidad permitiéndonos, de ésta forma, analizar para llegar a un diagnóstico real sobre el estado de su cerebro, sin descontar que ha sufrido una conmoción muy seria, que obligó a una intervención de envergadura. Por ahora pienso que, mañana o pasado, se procederá a cerrar la pequeña abertura que se ocasionó en el cráneo, posteriormente de realizarse una Tomografía Computada, con el fin de cercioramos que no existen más derrames en su interior. Dígame, ¿tiene dolores de cabeza?

    -No, dolores no, lo que sí me molesta es el hecho de no poder recordar qué es lo que me pasó.

     -Empecemos desde el principio, ¿cómo es su nombre?

    -¿Mi nombre? upa, upa, ¿qué me pasa? se me borró, no entiendo...

    -Cálmese amigazo, cálmese, suele ocurrir, no debe exitarse en demasía. ¿En qué trabaja, cuál es su profesión?

    -Doctor...Doctor... perdóneme, estoy un poco perdido.. ..un momento, no recuerdo nada, tengo la mente en blanco, ¿qué me han hecho en el quirófano? Ya sé...ya sé...perdí la memoria, ¡¡¡PERDÍ LA MEMORIA!!!! No puede ser, me estoy volviendo loco, loco...

Fue necesario calmar al paciente, afectado por un pequeño desenfreno emocional. A tal efecto se le inyectó un calmante. Ésto y los detalles pertinentes fueron anotados en la ficha del internado de la habitación 238. Además, el médico indicó que se lo llame cuando el paciente recupere el conocimiento.

Al transcurrir una hora aproximadamente, del efecto de la droga, nuestro paciente se despertó sobresaltado como después de pasar una pesadilla.

    -¿Dónde estoy? ¿qué pasó?...enfermera, enfermera...

A los segundos ella apareció en la pieza.

    -Tranquilidad, no pasó nada, está internado en un hospital, acuéstese por favor, no debe levantarse, el médico en unos instantes estará con usted… aguarde.

Convulsionado, exhausto y malhumorado, el internado optó por escuchar a la enfermera, no sin refunfuñar y pedir una taza de té de hierbas.

    -¿Qué tal mi amigo rezongón?- consultó el médico al entrar; se acercó y acto seguido, sin dejar de hablar, le tomó el pulso, le dio unos golpecitos en las rodillas, y arrastrando uno de los dos sillones que complementaban el moblaje, se sentó bien cerca de la cama.

    -Si se refiere a dolores pues ninguno, siento sí una especie de malestar general que lo atribuyo a mi internación tan prolongada, que dicho sea de paso la sigo sin comprender.

    -Estimado amigo, si me permite le señalaré, a grandes rasgos, su estado actual. A causa del consabido derrame cerebral, ciertos centros nerviosos han sufrido alteraciones, en mayor o menor grado. Uno de ellos, específicamente el de la memoria, fue el más afectado. Es aun prematuro afirmarlo con exactitud, para ello deberá someterse a unas simples pruebas, pero creemos que usted ha perdido la memoria en forma total, en nuestro léxico: Amnesia Retrógrada, es decir imposibilidad de recordar todo lo anterior al trastorno cerebral. La pregunta clave es si ésta posibilidad, la pérdida, será esporádica o irreversible. Por el momento lamento ofrecer un diagnóstico tan obscuro y difícil de captar, pues entendemos lo que esto significa. No, no es posible cambiar o remediar la situación. Sabemos quien es usted, es decir conocemos sus datos personales, además ya hemos estado en contacto con su familia.

    -¿Cuál es mi nombre?- preguntó el paciente en un tono de voz casi imperceptible.

    -Juan Carlos Sotig- contestó el facultativo y continuó: -Nació en 1956, es abogado y tiene su estudio en el centro de la ciudad con una considerable cartera de clientes. Es soltero, sus padres fallecieron hace varios años; el resto de su familia cercana son dos hermanas casadas, con dos y tres hijos respectivamente. Vive en una chalet ubicado en un barrio residencial en las afueras; un ama de llaves se ocupa de los quehaceres de la casa, además tiene dos perros, ovejeros alemanes, con los cuales se pasa horas caminando con ellos.

    -Me parece estar soñando, mi cerebro, según usted, afectado, está trabajando en forma intensiva, ¿cuándo se me dará de alta?

    -En unos días supongo. Junto con el Doctor Mingeño, director de esta sala, tendrán una charla y llegarán a un común acuerdo al respecto.

    -Quisiera estar solo, por favor, le agradezco sus explicaciones, ha sido muy amable y conciso.

Los pensamientos le impedían sosiego. ¿Amnesia? ¿TOTAL?

Terrible conjunción de letras con un significado tan cruel que avasalla y entristece.

Durante la noche, después de la charla con el médico, analizaba la continuación de su vida, mejor dicho el comienzo de su nueva vida.

CONTINUARÁ

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Comentario

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PLUMA ÁUREA
Comentario de Beto Brom el febrero 18, 2023 a las 1:08pm

Allí te espero, MARGARIDA


PLUMA MARFIL
Comentario de MARGARIDA MARIA MADRUGA el febrero 18, 2023 a las 10:14am

¡Qué inconveniente!
Está casi muriendo.
Vamos a la parte final.

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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