En las tinieblas del abandono

[Maria Mamihega]

En las tinieblas del abandono

Desde la comisura de sus agrietados labios
la saliva regresaba una y otra vez
un suspiro agónico, fortuitamente se escapaba
agitando cada vez más la respiración,
la madrugada se hacía sentir entre el claroscuro
de las añejas cortinas,
una seca gota de rocío
recorría su columna vertebral,
y el tiempo...
lentamente le vencía.

Ni extrañas huellas
ni otros gestos,
la noche se extendió en el día,
un gélido holgado de insomnio
y el eco del temor
retumbaba en el más profundo silencio.

La casa chica le era grande
la pequeña cama, se volvió inmensa,
las sillas se vistieron de polvo
y el calor fraternal escarchó recuerdos.

Nítido fantasma que le persiguió
en las tinieblas del abandono,
su roja sangre, se marchitó albina,
hasta que la muerte
la encontró tristemente muerta,
y sola en su mezquina mansión , se sepultó.

[Iris Girón Riveros]

La vida pasa tan velozmente

que la injusta guadaña deja sin respiro alguno.

Tu poema narrativo, muy bueno María Mamihega.

[Maria Mamihega]

Gracias querida Paloma

[Maria Mamihega]

Muy amable Matilde.

[Maria Mamihega]

Gracias querido Cástor

[Maria Mamihega]

Muchas gracias por leerme Teodora

[Càstor A. Olivier O.]

UNA REFLEXIÓN EJEMPLAR Y CONMOVEDORA.

SALUDO ESCRITORA AMIGA. MANIHEGA.

[Inés Matilde Lascano]

La soledad y el abandono es una cruel injusticia,

más cuando una enfermedad va carcomiendo el cuerpo.

Un placer leer tus conmovedoras letras Mamihega.

Saludos cordiales desde mi bosque.

Matilde

[Paloma Perez del Pozo]

Muy hermoso poema que me ha encantado leerte. Un fuerte abrazo amiga.

[Teodora E. Leon Salmon]

Tristes versos,  es el final de la vida, todo se reduce a nada, y la soledad muchas veces consume hasta el ultimo suspiro. Gusto de leerte poeta.

Saludos cordiales

Teodora Amiot

[Maria Mamihega]

Gracias Ingrid  querida. Es un gusto haber  sido leída por ti.  Otro abrazo