DE SENTIRES Y DESEOS

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

De sentires y deseos

El tamaño de su pensamiento no le permite el fracaso. Es así desde que tenía cinco años, y le tocó personificar a la Lola Flores vestida de sevillana, y bailar una rumba sin caderas voluptuosas, pero con unos ojos bien grandes abiertos a la vida. Esos comienzos en el tablado de un teatro de pueblo le dieron suficiente autoestima para saberse dueña de su destino para siempre, tuviera o no, tantos aplausos.

Ahora solamente le faltan dos años para cumplir sesenta de edad, y les juro que ayer me sorprendió ver como unos cinco caballeros se volteaban a mirarle con ojos interesados, sólo porque entró a un bar-cafetería a tomarse un café con el cabello mojado, acabada de bañar, con fragancia a rosas del Caribe y los labios pintados de rojo, una blusa verde muy escotada, mostrando los hombros morenos y suaves que aún tiene. Si hasta se ruborizó cuando uno muy joven le lanzó una mirada atrevida y llena de deseos.

La verdad es que se tiene lo que se siente, y se sintió de treinta y feliz. El tamaño de sus penas disminuyó con el brillo de aquellos ojos incrédulos. Recordó que su jardín caprichoso, a veces le regala una rosa inmensamente fuerte, de esas que sobreviven el doble del tiempo normal. A ella le debe haber pasado lo mismo, porque es fuerte y firme, clara y risueña, cuando ya debería la cautela cubrir su pensamiento. Cada mañana le da paso al tiempo, sin permitirle que le robe la frescura, ni le quite la alegría, cubriendo de abrojos su piel.

No conoce la envidia, pues no tiene nada que envidiar, ni conoce el desamor, porque ama como si al amar se le colmara la vida de vida y el rostro de ilusiones. Llena sus manos de recuerdos, y decora de nostalgias las curvas de sus piernas. El pecho lo lleva rebosante de llegadas y despedidas, pero, aún así, besa con labios carnosos los rincones del suspiro, masticando el don de sentir y desear.
Porque de sentir y desear, de eso es que se trata la vida.

Carmen Amaralis Vega Olivencia

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Mary, mi querida amiga, grcias por tu motivadora presencia en mis letras, bendiciones luminosas, Amaralis

[Liliana MarIza Gonzalez]

Porque de sentir y desear, de eso es que se trata la vida.

Lo has dicho todo

Excelente

mary

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Rosana, mi niña bella, gracias por tan lindas palabras, bendiciones caribeñas para ti, Amaralis

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Armando, querido amigo, cuanto me comlace saber que disfrutas de mis letras, las escribo con el coraz[on, gracias, bendiciones luminosas, Amaralis

[Rosana Lamonte]

Hermosísimo tu relato, extraordinario. Tus letras inspira. Así es, de eso se trata la vida,  vivir intensamente y eternamente en la juventud de su espíritu. Felicidades, me encantó leerte. Saluditos y abrazote.

[Armando Acuña]

Carmen

Es cierto la frescura y juventud no está en los años, está en el corazón.

He disfrutado una y otra vez tu relato.

Un fuerte abrazo poeta!!!

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Mi querida amiga Delia Pilar, contar con tus comentarios le da luz a mis musas y me hace sentir muy feliz, muchas gracias amiga, por tu constante motivación, valoro mucho tus palabras y tu significativo DESTACADO, bendiciones de fin de semana luminoso, Amaralis

[Delia Pilar]

Eres fabulosa escribiendo, Amaralis,  tanto poesía como prosa. 

El texto que compartes hoy es maravilloso, me encantó. 

¡Eso es VIVIR con todas las letras! 

Gracias por publicarlo y ¡felicitaciones!

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Mi querida María Beatriz, muy cierto, el relato es autobiográfico, sin miramientos, así es, poco humilde, amiga, gracias a Dios, mi madre me decía, Tita, tu naciste cob una estrella en la frente, y así me he sentido toda la vida, pero un día me confesé preocupada porque no me pasaba nada de lo que tuviera que decir, y el cura, sacerdote, me dijo, a ti te pasan las mismas cosas desagradables que a todo el mundo, pero tu mente trabaja a tu favor y no las percibes, amiga, bendiciones de luz, te dejo un abrazo de fin de semana de reposo, Amaralis

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Muchas gracias Benjamín, bendiciones, Amaralis