Dame tu mano de piedad
Si soy parásito de mi misma
y tengo mi mordaza puesta.
Si soy una traición a mi medida
y abuso de mi sombra vieja.
Si la mañana me esquiva la mirada
y la noche no quiere ser mi amante.
Si los recuerdos secuestrados me desprecian
y la vida se asusta en mi presencia.
Si nada es o nada soy
y tengo hiel y miel entre mis labios.
Si soy lluvia y lava incandescente
y me he quemado hasta los huesos.
Si ya no tengo luz en mi corona
y he sido desterrada a las tinieblas.
Si desfilo por delante de las horas
intentando saber dónde me llevan.
Si los maderos arden en mi hoguera
si soy bien y mal al mismo tiempo
si no te encuentro en la casa augusta
si no tengo ojos para verte.
¡Dios! Dame tu mano de piedad
y abre mi celda huérfana de luz.
BEATRIZ OJEDA DERECHOS DE AUTOR
Comentario
Si los maderos arden en mi hoguera
si soy bien y mal al mismo tiempo
si no te encuentro en la casa augusta
si no tengo ojos para verte.
Beatriz
Un excelente poema!
Un abrazo
mary
¡Dios! Dame tu mano de piedad
y abre mi celda huérfana de luz.
Un grito a Dios para con su piedad alumbre la celda en que prisionera de ti misma estas.
Profundos versos.
Saludos y buenas tardes.
Nota: No puedo acentuar.
"...¡Dios! Dame tu mano de piedad
y abre mi celda huérfana de luz..."
En el amanecer de cada aurora
uno busca la bendición del día;
en el anochecer de la jornada,
en las estrellas del cielo se busca la paz,
ellas responden,
voltea tus ojos de fe y de amor
y encontrarás la amistad de bellas flores
que aromarán tu existencia,
nosotras, desde el cielo,
iluminaremos vuestra amistad,
y no mintieron, tengo la bendición de Dios
con tu amistad Beatriz.
Eres mucho, eres nobleza.
Gracias por compartir tus letras.
Si los maderos arden en mi hoguera
si soy bien y mal al mismo tiempo
si no te encuentro en la casa augusta
si no tengo ojos para verte.
¡Dios! Dame tu mano de piedad
y abre mi celda huérfana de luz.
¡Y te dará su mano porque siempre está a tu lado y esparcirá su luz desde tu alma porque en ella encontrarás el consuelo para sanar las llagas!
No habrá orfandad porque en el universo todos somos uno, creadores de nuestra propia existencia y dadores de esperanzas, aún en tiempos aciagos como los que estamos viviendo, quemándonos hasta los huesos ante la incertidumbre y la desconfianza.
Pero han de venir tiempos mejores y la misericordia ha de plantar esas semillas que se cosecharán en abundancia.
Una entrega de tu quehacer poético lleno de intensas imágenes y metáforas que tocan el corazón y nos invita a esa reflexión que nos acerca en espíritu y en verdad a lo supremo.
Gracias amiga por tan maravilloso compartir humanista y con una alta frecuencia de espiritualidad.
Felicito tu acervo e intelecto.
Un abrazo cordial y lleno de buenas vibras que florecen en sincera amistad.
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