Cuando el olvido...

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Cuando el olvido…

 

Cuando el olvido se despierta, inquieto se transforma en recuerdos que me arrastran en olas del sentimiento, y me llevan a las cálidas playas donde con pasos lentos solíamos caminar. Platicando cualquier cosa, con los pies humedecidos y juntando nuestras bocas.
Sol, arena y mar habitando en nuestros cuerpos. Viajamos como el viento a lugares infinitos que incendiamos con el fuego del amor que nos nacía en cada mirar y en cada respiración.
Estando el sol en el ocaso, y con la luz de la luna tenue y sugerente, me tomabas tú del brazo, y con un beso delicado te recostabas a mi lado con las ansias esperando en el filo delicado de tu piel. Deseando que mis manos dibujasen fantasías y tus caricias fueran suaves melodías, en un mundo humedecido entre el frío y el calor. 
Y de noche y madrugada la pasión como estocada acertaba con sus flamas y llegaba al corazón. La marea se levantaba y en volcán me transformaba explotando sin descanso, erupción tras erupción. Era lava que quemaba y a la vez te deleitaba; que llenaba tus caminos y vaciaba mis sentidos. Derramada entre tus pieles; Decorando tus placeres cual montañas que con nieves son paisajes que se admiran y provocan más pasión.
Al llegar la luz del día hasta el sol se reprimía al encontrarnos engarzados. Su camino detenía y con ello  permitía algún beso de despedida para después decir adiós. Un adiós tan pasajero y tan breve cual suspiro, pues andar cualquier camino me llevo a tu corazón.

 

Carlos Eduardo Lamas Cardoso.

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