CONSUSTANCIADOS EN EL AMOR

Prólogo al pemario INSOMNIOS DEL ATARDECER de LUZ ALBA CHACÓN LEÓN que estrenamos esta semana en Poiesis Editores.

 

 

Un nuevo poemario de Luz Alba Chacón León significa celebrar, celebración de la vida, de este tránsito por la tierra con la conciencia buena, limpia, sin mácula alguna. Y en este caso, celebramos con Insomnios del atardecer, el Carpe Diem, el erotismo al servicio del amor en la vida de una mujer ejemplar y de una poeta que siempre nos entrega hermosas dádivas.

Luz Alba, historiadora con el galardón del Premio Nacional Cleto González Víquez en esa rama, archivista que engalana el premio más importante en este campo con su nombre, poeta de varias celebraciones: Burbujas rasgando el silencio, Murmullos de fuego incluido en el libro Fuego, tierra, agua que nunca se enturbia, Aires Buenos tatuados por la historia en nuestra Colección Vida, que también recoge algunos relatos autobiográficos, con dos premios de Ageco en poesía, y dos en narrativa (cuento y relato de costumbres); su trayectoria no será olvidada nunca por los costarricenses gracias a sus innumerables aportes.

Ahora, con el poemario que entrega a los lectores, recoge su poesía amorosa, basada en sus recuerdos, con la ensoñación de sus vivencias al lado de su esposo durante tantas décadas, poemario de festejo de la entrega, la caricia, el Eros y que al final se despide con la aceptación de la partida, porque cuando la muerte quiere, aparece y arrebata, pero el sujeto lírico comprende y acepta la voluntad divina con la dulzura de un adiós tranquilo. Hermosa enseñanza.

El libro culmina con algunos relatos autobiográficos que añadirán anécdotas, el contar jocoso y grato de esas veladas que todos quisiéramos seguir viviendo al lado de nuestros abuelos.

Pero volvamos a los versos, la poesía devela que el erotismo en Chacón León solo puede comprenderse como manifestación profunda del ser y en estos versos se delinea con dos símbolos primigenios: agua y fuego, que se contraponen o dialogan, se amalgaman o fusionan, se rechazan y atraen, en un abrazo que consustancializa los elementos en el mayor de todos: el amor, el quinto elemento, según las manifestaciones artísticas desde Jesús hasta el cine moderno.

Veamos un ejemplo de este binomio de humedad y fuego:

“Sextuplicaste todas las lloviznas

y clamé pronto a la luna,

llena de encuentros,

a forjar nuevas hogueras

en el perfil de la noche”

(Pág. 41. Ropajes festivos)

Si la poesía de Luz Alba, en estos atardeceres que son noche y madrugada a la vez, sabe repicar la tradición castellana de la poesía amorosa, sencillez y gracia, a la vez, es también una certeza que sabe prorrumpir y ser creativa en grado sumo: “mis lágrimas buscan, / entre tantos ocasos, / el paraíso vertical de tus besos”. (p.19 El paraje contiguo)

La embriaguez del abrazo, la cópula bendita sabe expresarse intuitivamente con frescura y atrevimientos expresivos:

La almohada,

salpicada por la noche,

se retira somnolienta,

y húmedos suspiros

descargas

por tu vena, colmada,

que me ha inundado toda”.

(p. 21 Húmedos suspiros)

Esta sed de absolutos que tienen los amantes, se expresa con belleza, porque después de todo, las diferencias y similitudes desde que se cantara El Cantar de los Cantares, son parte de un acervo que se rescata y renueva: “Y en medio del encuentro, / nos sumergimos absolutos / y cómplices, / junto a los átomos / abisales de la especie”. (p.22 Parpadeo de la noche)

Es esa fusión del yo y el tú líricos, la propuesta de una poeta que se decanta por una tradición pero que sabe incluir los elementos de la vida cotidiana con la claridad de sus simbolismos atávicos mezclados con los conceptos de lo contemporáneo, la que se devela prístina: “Remozaré tus copiosos humedales / trenzados al hilván de sugerencias, / y mi vértigo, con la perturbación / del delirio, / recibirá tu primicia”. (p.23. Liquidez inagotable)

La excelencia de esta poesía, en su erotismo y su confesionalidad, se corrobora con versos así: “Fue un instante, sí,
/ pero quiero proclamar, atónita, / que cedí a la transparencia / de la lluvia, / herida por tus luces” (pp. 31.32 Cómplice de la lluvia).

Los elementos de humedad, mareas, lluvia, diluvio, resignifican el mundo de la pareja humana que gira hacia un infinito. No hay fatiga en estos versos de entrega, no hay acopio de duda ni de angustia, hay celebración como dije al inicio de estas líneas: “Conocí tu aliento, tus besos / diseñando rutas, / hasta saciarse /en mis abrevaderos”. (p.41 Ropaje festivos).

Y así, de los torrentes y humedales, desde el deseo, se llega a conocer y a forjar el fuego, que es la otra marca indeleble de lo sagrado: “Derrama / tus manantiales de fuego / por mi cuerpo,  / ansioso de compartir  / todos tus festines”. (p. 48   Manantiales de fuego).

Y así, este poemario del abrazo total en el insomnio del amor, deviene con el correlato poético de la muerte del amado, pero en “Sosegado reposo”, con la sabiduría de la aceptación: “El protocolo, dócil al mandato, /y el cuerpo de Cristo / acompañándote incondicional”. (p. 51 Sosegado reposo).

Dejaremos ir este libro a sus estantes,  pero la esencia vivencial que nos producirá quedará en nosotros.

 

Ronald Bonilla Carvajal

Premio Nal. de Cultura Magón 2015

Pintura de Luz Alba Chacón en la portada del libro.

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Comentario

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PLUMA DIAMANTINA
Comentario de Ronald Bonilla Carvajal el septiembre 12, 2021 a las 10:25am

Gracias Benjamín, abrazos


PLUMA ÁUREA
Comentario de Benjamín Adolfo Araujo Mondragón el septiembre 11, 2021 a las 11:14am

¡Florida reseña de un libro de Luz Alba Chacón, Ronald!

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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