Con orgullo del alma, para mi amado hijo

[marco gonzalez]

 

Han transcurrido los años,

a galope de ambiciosos sueños,

aquellos que abrigabas

desde tu dulce infancia.

Ya las alas de la vida

la tienes colgadas

de tu joven pecho,

con el mismo orgullo,

con que yo te miro

desde la distancia.

Hoy se cumplen

tus fervientes ambiciones,

de volar libre por los cielos

de tus eternos ideales.

Ya vistes con orgullo

tu uniforme de piloto,

con tu camisa impecablemente blanca

con las orgullosas tiras de estudiante,

prendidas de tus nobles hombros,

para convertirte en piloto de la patria.

Partiste hacia lejanas tierras

a cumplir tus sueños de infancia,

no hay idioma foráneo,

ni patria extranjera

que te detenga,

para culminar con gloria,

el sueño indestructible de tu vida

y las hambres de investirte

como piloto civil,

los mismos ideales de tus infantes años.

Hoy afanado en tus difíciles estudios,

de a poco se van logrando las metas,

no ha importado el idioma,

no ha importado estar lejos de la patria,

de tus amadas hermanas,

de tu adorada madre

y de este padre,

 que con orgullo sublime,

te ama.