la humanidad gime, en esta su hora aciaga.
No hay quien oiga sus aullidos de auxilio,
y el virus avanza a pasos apocalípticos.
Solo, solo, al virus se enfrenta,
llora, llora y se lamenta;
ante este temible flagelo asesino.
Sin amo que le estire el pan del consuelo,
mira la acera de la vida con vacío y tristeza,
¡Perro solitario sin dueño!
Los árboles de la solidaridad
le miran mudos.
los techos de las casas le dan la espalda.
¡Oh señor del cielo!
Si el hombre pecó en su yerro,
no le quites de tu mano el sol del consuelo.
¡Somos humanos, solo polvo frágil, falible!
Pequeños niños asustados,
¡Ven en nuestra ayuda,
que la ayuda del hombre moderno es inútil!
¡Perros, perros,
perros somos!
Sin un hueso
en el aire.
Hombres con la psiquis alterada.
Seres de sensible carne,
saboreando la trilogía
del miedo, el hambre y la orfandad.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
Comentario
El nuevo orden mundial, y sabrá Dios que hay detrás de todo esto del "covid 19", Dios nos proteja, un gusto leerte, buenas noches.
Tiempos difíciles y llenos de incertidumbre nos flagelan y nos quitan la calma.
Una muy dura realidad que estamos viviendo día a día, segundo a segundo.
Y el miedo paralizando y enmudeciendo vidas.
Tu aporte lleno de realidad nos invita a la reflexión y a tomar cartas en el asunto, concientizando nuestra esencia y fortaleciendo la fe.
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