Mueren agonizantes desolados,
los enfermos débiles y cansados,
Un virus asesino los abate,
derramando su ser en el combate,
su corazón se muere y ya no late,
¡Qué triste es contemplar que el virus mate!
Sus familiares miran sus despojos
y se llena de lágrimas sus ojos.
Hay enfermos que mueren olvidados,
sin dinero y familia, ¡esto es remate!
Señor, ¡llévate al cielo sus rastrojos!
Autora: Edith Elvira Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
Comentario
Gracias Marilene
Muchas gracias mi Aimeé excelente poeta y mejor ser humano.
Gracias Constantino solo marca en mi perfil solicitar amistad de repente yo te la pido y ya.
Uma realidade que fere, que nos afronta e faz pensar...Temos que ser mais irmãos e solidários
Gracias Ma delos Angeles
Gracias Delia hermosa
Gracias Bejamín
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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