Poema; A la memoria de mi amada Cristina
Eran aproximadamente las tres,
de un caluroso día,
iba distraído,
pensando en no sé que,
cuando frente a mis ojos,
dos pardas pupilas miré,
se detuvo la vida,
sentí el repiquetear de campanitas
en mis venas,
mientras ella con su mirada sencilla ,
me interpretaba una dulce melodía.
Nunca percibí algo así.
era como volar libre
por el azul del cielo,
en una carroza de estrellas,
mientras mi mundo giraba,
en torno a ella.
Sentí el calor de sus pardas pupilas,
fundirse dentro de las negras mías,
el mundo de pronto desapareció,
sólo existía ella,
una voz me sacó de mis fascinaciones,
le dije ¿como estas?
me vio a los ojos un instante,
que duro toda una vida,
y me respondió,
bien, mi nombre es Cristina,
le tomé la mano con suma ternura,
no se si ella sintió lo mismo que yo,
pero desde ese día,
mi mundo lleva su nombre,
Cristina.
Autor: Marco González Almeida
Venezuela 30 de noviembre del 2012
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