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El murmurar de la brisa
me trae tu sonrisa avellanada
¿Sonso o rapaz, el pensamiento?
Tantos altares he creado,
como un esparto mi mente los protegía,
solo vacíos en mis entrañas conseguí,
solos vacíos.
¡La mente sonrió!
mostrando hasta las muelas…
Y entristecía el alma en pena
desvaneciéndose el vacío.
Abracé la esencia del ébano en flor
de las bocas de mis infiernos.
María Herrera
Comentario
María,
Con mucha profundidad tu bello poema.
Saludos y bendiciones!
Este poema se fundamenta en una reflexión que aborda la naturaleza del alma, la búsqueda de sentido y el poder de la poesía como medio de expresión y consuelo ante los vacíos internos y el sufrimiento. Explora la dualidad entre la tristeza y la esperanza, resaltando cómo la mente y el corazón interactúan en el proceso de creación y autoconocimiento.
Excelente, querida Mamihega.
Gracias Amaralis, un abrazo.
Waooo, Mamihega, precioso y muy sentido, Amaralis
Gracias Betito, un gusto volver a estar en contacto con vos.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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