de ladrillo y de acero,
donde se gana el gemido
y la compañía se pierde,
llevamos ya embargado
este trozo de vida
que nos queda.
Hay que andar
muchas calles
sin luceros,
contar
muchos números
sin sentido,
repetir
muchas señas
sin recuerdo,
aprender
muchos nombres...
y con el corazón
siempre en su sitio.
Hambrientos de esperanza
braceamos
en esta alberca
sin rumor
ni reflejo.
Rompemos las estrellas,
nacemos al suspiro,
y con traje de náufragos
buscamos las orillas
(en esta triste alberca).
Sin agua, hay crisis,
ahora lo sabemos;
mucho tiempo nos dijeron
que sucedería, pero no lo creímos
y ahora aquí están las consecuencias.
La falta de cuidado al recurso hídrico
se paga con fuertes asuntos
consecuentes, pero puede ser
demasiado tarde para ponerle
remedio; o tal vez aún hay
tiempo de hacer algo...
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME