LA SODOMÍA ESTÁ DE MODA
¡EL SEXO, SIEMPRE EL SEXO!
En todos los actos de vuestra existencia, hombres y mujeres terrestres, prevalece siempre la dinámica del sexo como única intención de vuestra vida. El erotismo convulso es vuestro pan de cada día, y notamos que vosotros no conseguís pensar en otra cosa sino en estimular, con todos los medios, la frenética carrera hacia las bajas frecuencias habituales de la sexología.
La libídine es siempre la resultante de cada simpatía, de todo encuentro entre dos sexos opuestos. No sabéis dar nada al espíritu; solamente a la materia concedéis la máxima confortación. Y esto es un mal enorme. Muchos nobles sentimientos se desgastan en el orgasmo del excesivo deseo de posesión, en la excitación superflua y fluctuante del deseo carnal. El desequilibrio prevalece y el dinamismo espiritual queda seriamente comprometido.
Es verdad que la práctica del sexo es necesaria, pero también es verdad que el exceso es deletéreo para un sano equilibrio psico-físico-espiritual.
La excitación que provocáis a través de films y revistas pornográficas acelera, sea en la mujer o en el hombre, el instinto degenerado de la posesión violenta y la satisfacción sodomítica o fornicaciones peores, que los mismos animales rehúsan.
Ya os hemos dicho que el sexo no es el amor, más bien un instinto meramente creador, un medio que empuja la adoración a constituir con el amor el concepto andrógino, temporalmente separado en vuestra dimensión.
La disolución psíquica del sexo, produce una dinámica violenta de atracción, alterando notable e hipertróficamente los valores substanciales del pudor y de los sentimientos sublimes del amor.
Fue dicho y escrito: “El hombre no haga la mujer y la mujer no haga el hombre” y “El hombre no vista como la mujer ni la mujer como el hombre”.
Vosotros recurrís a insidias todavía peores para estimular atenciones irritantes capaces de desarrollar el instinto de la violencia y de la posesión sexual. La culpa es siempre vuestra, de vuestra ciencia y de vuestra sociedad, incapaces de proporcionar soluciones necesarias.
Según lo que se oye y lo que se ve, no es difícil de comprender que esta Generación se aproxima cada vez más a ese arte horrible que causó la destrucción de Sodoma y Gomorra. Hay pruebas irrefutables, no divulgables, del frenesí sensual desencadenado, que empuja al hombre y a la mujer a relaciones sexuales con los de su propio sexo, al intercambio de parejas y a la copulación con animales.
¡Es la decadencia completa de todo orden moral!
¡Es la destrucción total de todo valor espiritual!
¡Es el retorno del hombre al nivel del animal!
¡Es la quiebra total en todos los sentidos!
Son muchos los que recorren un sendero extremadamente peligroso. Entre todos los desastres creados, el suscitado por la lujuria animal es el peor, el más degradante para el Espíritu. No saben muy bien contra qué se dirigen si continúan perseverando en este arte diabólico. No quieren saber que no habrá posibilidad de salvación.
Trastornar la Ley Universal con estas prácticas significa la segunda muerte total del Espíritu y en consecuencia un largo y atroz sufrimiento.
Algunos no podrán comprender claramente lo que quiero decir, pero les aseguro que cuando sean capaces de comprender, por la experiencia, será demasiado tarde para poder salir "del estrecho pozo, profundo, frío y oscuro" en el que la desesperación será su única compañía, durante el larguísimo período del retorno al comienzo de la evolución.
Conviene alejar toda tentación de este tipo, porque ES TERRIBLE CEDER A UNA SIMPLE TENTACIÓN. Las consecuencias son terroríficas y extremadamente dolorosas.
Paz para todos.
José García Álvarez
Roquetas de Mar - España
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BUEN TEXTO.
AUN CUANDO EN LA ACTUALIDAD, SE HAN TOLERADO DESASTRES Y VIRUS MEDIÁTICOS RELACIONADOS CON LOS DIFERENTES GÉNEROS SEXUALES, A MI ENTENDER, SIGUE TENIENDO VALIDEZ ESTA IDEA BÍBLICA:
Fue dicho y escrito: “El hombre no haga la mujer y la mujer no haga el hombre” y “El hombre no vista como la mujer ni la mujer como el hombre”.
GRACIAS, MILAGROS.
Muestras un gran conocimiento del tema y has puesto el dedo en la yaga. Efectivamente, hoy día, el Mandamiento bíblico sigue teniendo validez. Es una pena, pero son muchos los hombres y mujeres que lo han repudiado y han seguido los caminos de Sodoma y Gomorra. La muerte segunda les aguarda.
En mi opinión, el amor no puede centrarse en los placeres equívocos de una cama. Es más trascendental, más hermoso, más dulce y espiritual. La ternura que proporciona el Alma no puede confundirse con el instinto animal expreso en esas pasiones desenfrenadas. He visto escenas de amantes donde casi se devoran y me parecen repugnantes. Amar es otra cosa, que suele estar en la práctica del sexo, cuando éste contiene pureza.
Es un placer para mi saber que estás ahí y cuento con tu amistad.
Un fuerte abrazo fraternal.
¡Muy interesante, José!
Digno de profunda reflexión...
Gracias, Benjamín.
Sí, es conveniente reflexionar sobre ello, sin profundizar en los vericuetos que proporcionan elucubraciones equivocadas. El sexo debe ser algo puro y natural, en la forma en que está contemplado en las Leyes Universales, con la permisividad de no admitir violación alguna por disposiciones legales humanas indignas, cosa que ha llevado a muchos a un vicio repudiable, por el estilo de lo que se practicaba en el Valle de Pentápolis, donde tan mal finalizó debido a la intervención divina, que puso el ¡basta ya!
No se debe confundir "derechos humanos" con "libertades irresponsables".
* La libre expresión es un derecho que debe estar sujeto a unos cauces razonables.
* Disentir es algo normal, propio de la concepción individual de cada cual y dentro del orden.
* Formar vida en pareja no es un derecho si se viola las Leyes Divinas.
EL RESPETO AL DERECHO AJENO debe ceñirse a los parámetros de una convivencia acorde con los Mandamientos que siempre han venido de la Profundidad. Todo individuo debe ser socialmente responsable y aunque el pensamiento es diverso, los preceptos divinos son únicos y deben anteponerse a las decisiones humanas del "hacer lo que me venga en gana".
El mundo ha cambiado, sí, pero para mal, y las formas de convivencia se han vuelto aberrantes. La soberbia, el egoísmo, la presunción y el engreimiento se han apoderado de los corazones de muchos hombres y mujeres de estas Generación, que han transmutado negativamente todos los valores morales de antaño.
Por supuesto que existe alguien que tiene licencia para denostar las formas de vida humana: Se llama "Dios", que ha delegado en sus "Enviados", e ignorarlo es prueba de una ignorancia nada razonable, que aprueba decisiones jurídicas volubles, caprichosas, procedentes de seres con niveles de conciencia muy bajos.
Hablar en este mundo de "sociedades más avanzadas" es una utopía. La realidad demuestra que este planeta se encuentra aún muy próximo al proceso larvario, y las formas de comportamiento de sus habitantes susceptibles de una rotunda censura: ESTA SOCIEDAD SE HA ANIMALIZADO. Y existen en ella multitud de individuos con frecuencias vibratorias que les conducirán a la muerte segunda y les conducirán a mundos tenebrosos en los que el tiempo de sufrimiento les parecerá eterno.
Las perversiones se han ido apoderando progresivamente de las mentes humanas, creciendo en el caldo de cultivo de un pensamiento "moderno" y liberal, donde se piensa de forma equívoca que todo se puede hacer, porque todo está permitido. Lo abyecto, hoy, está en la generalidad de los procedimientos mal llamados "democráticos", libertinos y sujetos a condicionantes diabólicos. La Ley en esta tierra se ha degradado de manera perniciosa e imperan los criterios de los caprichosos de turno, poco hijos del Eterno y con raigambre infernal. La corrupción y degeneración de este orbe son ya tan acuciantes que desembocarán en un trastorno general que conducirá, irremisiblemente, a la renovación de esta Humanidad repleta de sujetos no adecuados para un porvenir de Paz, Amor, Justicia y Fraternidad.
¡EN EL NOMBRE DE DIOS!
Siempre he dicho que si Dios hubiera querido las relaciones entre el mismo sexo nunca hubiera creado a una mujer, ambos sexos existen para la multiplicación de la especie, lo demas es simple degeneración, no tiene otro nombre.
Tu forma de pensar, Roberto, me parece muy positiva.
Las Leyes de Dios siempre han estado muy claras. Lo que ocurre es que los engreídos, los soberbios, los egoístas y los presuntuosos, han hecho lo posible para modificarlas a su gusto e incluso ignorarlas, cuando la ocasión lo ha requerido. A nadie, salvo a los ignorantes, se le escapa que las relaciones entre el mismo sexo son repugnantes y qué decir cuando se extienden a contactos inaceptables con los animales...¡Generación corrompida!
El Padre Eterno dijo: "¡Creced y multiplicaos!" ¿Qué multiplicación de la especie puede haber con gays y lesbianas? Como dices muy bien es simple degeneración. Estos violadores de las Leyes naturales serán reos, en su mayoría, de la muerte segunda, y tendrán que comenzar de nuevo su evolución espiritual en un mundo tenebroso, horrendo.
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