CLASIFICACIÓN DE LOS VERSOS SEGÚN SU MEDIDA 
Los versos de entre dos y ocho sílabas se llaman de ARTE MENOR y los de nueve en adelante de ARTE MAYOR.
Según su longitud, los versos reciben los siguientes nombres:

2 sílabas= bisílabo

Leve
breve
son.
(José Espronceda)

3 sílabas= trisílabo

Yo en una
doncella
mi estrella
miré.
(Rubén Darío)

4 sílabas= tetrasílabo

Los maderos
de San Juan
piden queso,
piden pan…
(José Asunción Silva)

5 sílabas= pentasílabo

Sobre la piedra
pulida y blanca,
corre y desciende,
si voz, el agua.
(Rafael A. Arrieta)

6 sílabas= hexasílabo

Frescos airecillos
que a la primavera
le tejéis guirnaldas
y esparcís violetas.
(Luis de Góngora)

7 sílabas= heptasílabo

La campiña ha salido
del aula del invierno
con el blanco cuaderno
de un almendro florido.
(Francisco L. Bernárdez)

8 sílabas= octosílabo

¿El alma de Oriente? … Cabe
toda ella entera en dos versos:
sobre el lago de la vida,
la niebla fugaz de un sueño.
(Eduardo Marquina)

9 sílabas= eneasílabo

Vieja ciudad de tosca piedra,
claro blasón de gestas rudas,
sin el asomo de una yedra
por tus almenas siempre mudas.
(Enrique de Mesa)

10 sílabas= decasílabo

He dormido esta noche en el monte
con el niño que cuida mis vacas.
En el valle tendió para ambos
el rapaz su raquítica manta…
(José M. Gabriel y Galán)

11 sílabas= endecasílabo

El verano mis sueños no madura,
la primavera el pulso no me apura.
(Alfonsina Storni)

12 sílabas= dodecasílabo

Estas pobres canciones que te consagro
en mi ser han nacido por un milagro.
(Federico Balart)

13 sílabas= tridecasílabo

¡Yo palpito tu gloria mirando sublime,
Noble autor de los vivos y varios colores!
¡Te saludo si puro matizas las flores!
¡Te saludo si esmaltas fulgente la mar!
(Gertrudis Gómez de Avellaneda)

14 sílabas= tetradecasílabo o alejandrino

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas,
y en cambio tuve algunas santamente serenas.
(Amado Nervo)

15 sílabas= pentadecasílabo

Las bellas mujeres aprestan coronas de flores
y bajo los pórticos vense sus rostros de rosa…
(Rubén Darío)

16 sílabas= hexadecasílabo u octonario

Decidido las montañas el resuelto tren perfora
el redoble acompasado de su marcha monofónica.
(Salvador Rueda)

17 sílabas= heptadecasílabo

Dios salve al rey del verso, que con su canto de bronce impera
y habla la fabulosa lengua del pájaro y de la fiera…
(José Santos Chocano)

18 sílabas= octodecasílabo

Bajo de las tumbas que recios azotan granizos y vientos,
sobre las montañas de cumbres altivas y toscos cimientos,
y en mares, y abismos, y rojos volcanes de luz que serpea,
feroz terremoto retiembla y se agita cual sorda marea.
(Salvador Rueda)

19 sílabas= eneadecasílabo

Los tristes gajos del sauce lloran temblando su inmortal rocío
como estrofas de Prudhomme lloran las ondas, cíngaras del río…
(Julio Herrera y Reissig)

Y así sucesivamente…


Entre todos, los versos más comunes son los de ocho, once, doce y catorce sílabas.

Los de seis, siete y diez se emplean menos; poco los de cuatro, cinco y nueve.

Los de trece, quince, dieciséis y más sílabas casi no se usan.



MEDIDA DE LOS VERSOS: (3) OTROS MODIFICADORES


Consisten en una serie de supresiones o adiciones de sonidos en las palabras.

ELISIÓN: se trata de la supresión de una vocal final o grupo de vocales finales de una palabra situada ante otra que empieza por vocal. Si la vocal que se pierde es la de la segunda palabra, se denomina elisión inversa. Debe distinguirse claramente de la sinalefa, pues en ésta no se pierde el timbre de la vocal y en la elisión sí.
Este metaplasmo es común en italiano, y fue adoptado por algunos poetas del Renacimiento como Garcilaso y Fernando de Herrera.

A la vida y salud d’un tal amigo.

AFÉRESIS: es la supresión de sílaba a comienzo de palabra.

Ora por agora o ahora

SÍNCOPA: es la supresión de sílaba en centro de palabra.

Espirtu por espíritu
Vían por veían


APÓCOPE: es la supresión de sílaba a final de palabra.

Val por valle

PRÓTESIS: es la adición de sílaba a comienzo de palabra.

Amuestre por muestre

EPÉNTESIS: es la adición de sílaba en centro de palabra.

Ingalaterra por Inglaterra
Coronista por cronista


PARAGOGE: es la adición de sílaba al final de palabra.

Infelice por infeliz
Pece por pez 
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martes 22 de septiembre de 2009MEDIDA DE LOS VERSOS: (2) LICENCIAS MÉTRICAS O POÉTICAS: SINALEFA, HIATO O DIALEFA, SINÉRESIS Y DIÉRESIS. 
LA SINALEFA

Es la unión prosódica que se produce entre vocales inmediatas pertenecientes a distintas palabras.
Para esta licencia métrica no se deben tener en cuenta las reglas generales para la formación de diptongos y triptongos.
Por la sinalefa, en el discurso, los vocablos suman en conjunto menos sílabas que si se cuentan las que tiene cada uno de ellos separadamente.
En efecto:

So/bre_el/po/tro/ro/za/gan/te.
(Esteban Echeverría)

Si se cuentan por separado las sílabas de las palabras de este verso, ellas son nueve; pero al juntarse en una sílaba las vocales con que termina la voz sobre y con que empieza el (brel) el metro o medida se reduce a ocho.
La h, por ser letra sin sonido, no impide la sinalefa; y ésta puede verificarse aun después de una coma o de un punto:

Mi_her/ma/na,/la/más/gran/de,_es/tá/cre/ci/da.
(A. Storni)

Las sinalefas que (como las de este verso) unen sólo dos vocales, se llaman sencillas; si enlazan más de dos, son complejas.

He aquí una sinalefa ternaria, de tres vocales:

Lle/gué_a _un/al/to,/fi/nal/men/te. =8 sílabas
(Estanislao del Campo)

Adviértase que en esta sinalefa (éau), a pesar de que en lo escrito la vocal é aparece en gué, la u es muda. Para la versificación se toma en cuenta lo fonético, no lo ortográfico. Las vocales que allí se unen son, en consecuencia, las tres que suenan.

Sinalefa cuaternaria:

El/o/dio_a_un/tiem/po/y_el/a/mor/u/nir/se. =11 sílabas
(Manuel José Quintana)

En toda sinalefa compleja es indispensable que en el centro del grupo vayan vocales fuertes; las débiles sólo pueden ir en los extremos. Por eso no se forma sinalefa cuando entre varias vocales concurrentes se interpone la y (=i), vocal débil. Esto da lugar a un hiato (separación), como ocurre en ejemplo anterior, donde la y se junta con la e que la sigue (=iel); pero no con la o que la precede.

El odio a un tiempo/y el amor

De la sinalefa de cinco vocales o quinaria no hay prácticamente ejemplos; pero no parecen inadmisibles (ha escrito Andrés Bello) estos versos:

Ti/mi/do_el/in/dio_a_Eu/ro/pa...

La sinalefa de seis vocales, si algún caso se cita, ya es muy forzada y dura.



EL HIATO, DIALEFA O AZEUXIS

Consiste en separar –en vez de unir– las vocales concurrentes de distintas palabras. El hiato constituye un choque de vocales que a veces se produce naturalmente, y otras se origina de manera artificiosa por la necesidad de darle al verso una sílaba más.
Por lo común, si las vocales concurrentes son inacentuadas, la sinalefa es obligatoria; cuando la segunda vocal tiene acento es preferible, y en ciertos casos indispensable, el hiato.

No le digáis, por piedad,
que su – hijo ya no existe. =8 sílabas
(Vicente Camacho)

Aquí, en el segundo verso, en lugar de sinalefa, hay hiato entre las vocales u-hi.
Se pronuncia su – hijo.


El hiato no es siempre tolerable al oído; por el contrario, a veces resulta francamente cacofónico. En este último caso es un defecto en el cual incurren, en ocasiones, hasta buenos poetas. La lectura, mejor que la teoría, permitirá discernir estos matices.


Para la mejor comprensión de sinalefa e hiato, adjunto aquí el siguiente esquema consignado por Enrique Santamaría Busto en su estudio sobre el fenómeno de la sinalefa, basado en María Jesús Machuca:


1) Vocal átona + Vocal átona.
Mismas vocales: Estuve_en Madrid (sinalefa)
Distintas vocales: La_escuela (sinalefa)

2) Vocal tónica + Vocal átona.
Mismas vocales: Encontré_el libro (sinalefa)
Distintas vocales: Encontré_a Juan (sinalefa)

3) Vocal átona + Vocal tónica.
Mismas vocales: Enamorado de_ella (sinalefa)
Distintas vocales: La-isla (hiato)

4) Vocal tónica + Vocal tónica.
Mismas vocales: Va-Ana (hiato)
Distintas vocales: Encontré-álgidos (hiato)



SINÉRESIS

Consiste en unir en una sola sílaba dos vocales de una misma palabra, que naturalmente no forman diptongo. Es ésta una licencia poética porque diptongar artificiosamente vocales es sólo admisible en el verso para disminuir una sílaba, de ser esto necesario.


Y audaz evoca en tu anhelar profundo
la egregia sombra del creador de un mundo = 11 sílabas
(Francisco Pardo)



DIÉRESIS

Es una licencia opuesta a la sinéresis y su efecto es también contrario: alarga el verso en una sílaba. Consiste en pronunciar separadas las vocales de un diptongo, las que no deben separarse en la pronunciación normal.

Naturaleza entera se adormece
en el hondo placer que la embrïaga. = 11 sílabas
(José Selgas)

En este ejemplo, el segundo verso debe pronunciarse em-bri-a-ga, en vez del natural em-bria-ga.
Esta licencia se indica, por lo común, en la escritura de los versos con el signo del mismo nombre, la diéresis o crema ( ¨ ).



EL VERSO. VERSIFICACION. MEDIDA DE LOS VERSOS: (1) ACENTO FINAL 


EL VERSO

En una composición poética las palabras se distribuyen formando unidades de elocución sujetas a determinada medida y que tienen un ritmo o cadencia también determinado.
Cada una de esas unidades se denomina verso.
El arte de componer versos se llama versificación y contiene el conjunto de reglas a que debe atenerse toda composición poética.

En la poesía castellana hay que distinguir:

La versificación amétrica que no somete el verso ni al número de sílabas ni al ritmo. Es de amplísima libertad para el poeta. Fue renovada por Rubén Darío y seguida por una gran parte de los modernos cultivadores de la poesía.


La versificación rítmica, sin igualdad en el número de sílabas de cada verso, pero conservando entre éstos cierta similitud en el ritmo acentual.


La versificación silábica, que mide los versos contando el número de sílabas que los componen.


La versificación por períodos prosódicos, que intenta sustituir por sílabas tónicas o átonas, lo que eran en latín sílabas largas y breves. Rubén Darío la empleó con éxito y muchos teorizantes sudamericanos han intentado, por este método, introducir nuevas leyes en la versificación castellana.


Pero la que tiene actualmente mayor interés por ser la más extendida y cultivada, es la versificación silábica, que en castellano es considerada como versificación clásica.


MEDIDA DE LOS VERSOS

Medida o metro de un verso es el número de sílabas que lo forman.
Las sílabas de un verso se cuentan por el número de vocales que contiene; pero considerando que los diptongos y triptongos valen prosódicamente por una sola vocal:

Cuán/tas,/cuán/tas/ma/ra/vi/llas. =8 sílabas




ACENTO FINAL

En la versificación silábica tiene importancia el acento final que recae sobre la última palabra del verso.

En consecuencia, éste puede ser:

Verso llano o paraxítono 

La palabra final del verso es llana o grave, por lo que su metro corresponde a las sílabas contadas.

De/las/lin/fas/que/pa/san,/un/so/no/ro
Tri/no/de/rui/se/ñor,/tur/ban/mi/vi/da. =11 sílabas
(Enrique González Martínez)


Verso agudo u oxítono

La última palabra es aguda, por lo que se cuenta como si tuviera una sílaba más, porque el acento lo alarga naturalmente.

No/le/di/gáis,/por/pie/dad, 7 + 1=8 sílabas
(Vicente Camacho)


Verso esdrújulo o proparoxítono

El verso termina en palabra esdrújula, por lo que ha de contarse una sílaba menos, pues la rapidez con que se pronuncian las dos últimas las equipara fonéticamente a una sola.

Dos/trián/gu/los/ro/jos/en/mi/faz/hie/rá/ti/ca. 13 – 1 = 12 sílabas
(Juana de Ibarbourou)


Aparte del acento final deben considerarse, por su influencia en la medida de los versos, las siguientes licencias métricas o poéticas: sinalefa, hiato, sinéresis y diéresis. 
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lunes 7 de septiembre de 2009ESCRIBIR POESÍA 


El término poesía es particularmente equívoco, su mención produce evocaciones y asociaciones muy diversas y no sólo entre los legos.
Su etimología (del griego Poiesis, crear) originó parte al menos de tales equívocos, pues muchos identificaron poesía con creación (literatura), generalizando –y tornando menos precisos- sus alcances.
Hoy, cuando el concepto de la literatura como creación, en el sentido estricto de surgimiento de un texto de la nada, está totalmente en crisis, el empleo más restringido del vocablo poesía puede fortalecerse.
Otra confusión provino de reducir lo poético al empleo del verso, a una enunciación pautada por la presencia del ritmo, la métrica, la rima, etc.
También podríamos aducir que dicha confusión ha quedado en la actualidad definitivamente disipada; por lo menos desde los “Pequeños poemas en prosa” de Baudelaire es indudable que la poesía no precisa expresarse en verso y, a la inversa, que el verso no basta para calificar a un texto de poético: los jingles publicitarios suelen apelar al verso y sus recursos sólo para que los recuerden los posibles clientes.
Ahora bien, por el hecho de ser un ente social el hombre necesita manifestar sus sentimientos. Asimismo, sabemos que esta necesidad aumenta la intensidad y carácter que dichos sentimientos pueden tomar en determinadas circunstancias de nuestra vida.
Pocos son los que han escapado al deseo de expresar la emoción experimentada en tales ocasiones; pero un íntimo pudor o una sospecha de incomprensión, impiden a muchos confiar el maravilloso hallazgo de la inspiración de un minuto, a los mismos a quienes confiamos, en cambio, los azares insignificantes de nuestra vida cotidiana.
Además, las palabras corrientes, el lenguaje que usamos todos los días, no se aviene a traducir nuestra emoción si no sirve para dar forma a cierta clase de sentimientos especialmente delicados y sutiles.
Y como ni palabra vulgar ni la expresión corriente nos sirve, recurrimos al verso.
El mero hecho de intentar dar forma verbal poética a este caos de armonía que bulle en nuestro interior, nos parece una liberación: la misma que sentimos al hacer partícipe de nuestras angustias o alegrías al amigo fiel, sólo que aquí la liberación tiene algo de sublime y el amigo es… nadie y al mismo tiempo la humanidad entera.
Para llenar el probable vacío de preparación adecuada que pueda haber en ti en los instantes en que invadido por aquella especie de sentimientos de índole delicada, desees con verdadera pasión expresarlos bellamente, es menester que sepas las normas indispensables a que debe sujetarse o sujetar la palabra para escribir en verso lo que sientes; esto es: el arte de la versificación.

 
EL ESTILO 
¿Qué es el estilo?
El estilo es la manera propia de cada uno de expresar sus pensamientos por la escritura o la palabra.
Es la marca personal del talento.
Cuanto más original es el estilo, más personal es el talento. El estilo es la expresión, el arte de la forma, que hace sensibles nuestras ideas y nuestros sentimientos; es el medio de comunicación entre los espíritus.
No es solamente el don de expresar nuestros sentimientos; es también el arte de sacarlos de la nada, de hacerlos nacer, el arte de fecundarlos y de hacerlos salientes.
El estilo comprende el fondo y la forma.
Es necesario convencerse de que las cosas que decimos no impresionan más que por el modo de decirlas. En términos generales, todos pensamos, poco más o menos, las mismas cosas. La diferencia radica en la expresión y en el estilo. Eleva lo común; halla nuevos aspectos en lo vulgar; engrandece lo sencillo; fortifica lo débil.
Escribir bien es, a la vez, pensar bien, sentir bien y rendir bien.
El estilo es el arte de apreciar el valor de las palabras y las relaciones de éstas entre sí.
Las ideas simples que representan las palabras del diccionario no bastan para formar un escritor. El que conozca todas esas palabras, puede, sin embargo, ser incapaz de trazar una frase, porque el talento no consiste en utilizar secamente las palabras, sino en descubrir los matices, las imágenes, las sensaciones que resultan de sus combinaciones.
El estilo es, pues, una creación de forma por las ideas y una creación de ideas por la forma. El escritor crea hasta palabras para indicar una relación nueva. El estilo es una creación perpetua; creación de arreglos, de giros, de tono, de expresiones, de palabras y de imágenes.
Cuanto más sensible es esa creación en la lectura, mejor es el escritor.
Entonces, el estilo es la manera que cada uno tiene de crear expresiones para manifestar su pensamiento. 
Puede ser largo, corto, coloreado, seco, abundante, vivo, periódico según los temperamentos.
Es difuso, pálido, incoloro, cobarde, en los malos escritores; conciso, nervioso, con relieve, en los buenos.
Es tan completa la unión entre el carácter y el estilo de una persona, que por eso ha podido decirse con razón esta verdad: el estilo es el hombre.
La vivacidad de las palabras, la energía de las concepciones, los mismos giros de la conversación hablada, la originalidad de la imaginación, todo eso se pinta exactamente en el estilo de un hombre. 
El estilo es el reflejo del corazón, del cerebro y del carácter.
Saber muchas cosas no enseña a ser buen escritor; el estilo es independiente de la erudición. Por eso, al decir que es necesario leer mucho para ser capaz de escribir, se supone, bien entendido, que se tienen aptitudes para el estilo, por lo menos una mediana vocación y un gusto determinado.
Sin eso, ni la erudición más inmensa hará encontrar un giro de frase. Hay hombres muy sabios que nunca serán escritores, y hay escritores brillantes que no saben gran cosa. El saber y el arte de escribir son cosas distintas, que no van siempre juntas.
Resumiendo: El estilo es el esfuerzo por el cual la inteligencia y la imaginación encuentran matices, giros, expresiones e imágenes, en las ideas y en las palabras o en la relación que tienen entre ellas.
Hay en este trabajo del estilo (y es un trabajo considerable) una parte que es el orden, el arreglo, la corrección, la ordenación, las proporciones, el equilibrio, la preparación de todas las piezas de ese tablero de ajedrez que se llama una frase, una página, un capítulo.
Hay también otra parte que es el movimiento, la creación de palabras, de imágenes, su combinación, lo que produce la intensidad, el efecto, la energía, el golpe de luz, el relieve.
Hasta en la parte arreglo, el arte de colocar las palabras, de combinar las frases es también una creación.
El sabor de esta creación múltiple se evapora con frecuencia en una traducción, precisamente porque constituye la esencia del estilo.
El cuidado de la forma es lo primero que debe preocupar a los que tienen gusto en escribir, pues ella comprende también al fondo, y es la que da valor a una obra.
No existe obra maestra sin una forma cuidada, y una obra mal escrita no puede vivir, por la razón de que no hay una mala que haya alcanzado hasta estos tiempos.
El fondo y la forma se corresponden,
Don Quijote, que es un modelo de obra viva, es, también, un modelo de estilo, un modelo de perfección escrita, por lo que lo hace único en su género en España.
 
LEER PARA ESCRIBIR 


Todos los grandes escritores proclaman la necesidad de leer y de leer bien.
La lectura es la base del arte de escribir. Habrá excepciones, ejemplos de genio; pero hay que atenerse a la generalidad.
Después de una lectura es, casi siempre, cuando se manifiestan las vocaciones literarias, pues por ella es por la que se abre nuestro espíritu a los múltiples recursos del arte de escribir.
Ella nos los muestra puestos en práctica; nos revela los medios de ejecución; nos hace ver cómo se trata una situación difícil, cómo se pone emoción en las frases, cómo se varían las expresiones. Pasan sucesivamente ante nuestros ojos escenas bien ejecutadas, descripciones fuertes, diálogos perfectos, las habilidades del espíritu, los procedimientos del estilo, los efectos idénticos obtenidos por distintos arreglos, los ejemplos de estilo más opuestos, las infinitas combinaciones de una ciencia aplicada por temperamentos diferentes.
Las delicadezas de nuestra inteligencia se despiertan; nuestra imaginación está mantenida en un estado de inspiración; la asimilación se opera.
Es una larga creación, una segunda naturaleza que se revela en nosotros, el nacimiento motivado y fecundo de nuestras cualidades nativas. Se puede afirmar que el hombre que no lee es incapaz de conocer sus fuerzas, y siempre ignorará lo que puede producir.
Nunca se repetirá demasiado: hay que leer, leer siempre.
Desconfía de los que dicen: "Yo no quiero conocer nada; no quiero leer nada: la naturaleza me basta". Éstos se exponen continuamente a no producir nunca nada bueno y a rehacer continuamente lo que ya ha sido hecho; porque nadie podrá negar que la lectura nos pone en guardia contra los temas y los procedimientos ya explotados.
¿Quieres saber si tendrás talento?
Lee. Los libros te lo indicarán.
¿Escribes, pero te ves obligado a detenerte?
Lee. Los libros te harán recuperar la inspiración.
Lee cuando quieras escribir; lee cuando sepas escribir; lee cuando no puedas escribir más.
El talento no es más que una asimilación.
Hay que leer lo que los demás han escrito, a fin de escribir para ser leído.
La lectura disipa la aridez, activa las facultades, descrisalida la inteligencia y pone en libertad a la imaginación.
Hay literatos de mérito que nunca se ponen a trabajar sin leer antes algunas páginas de un gran escritor, medio excelente para volver a encontrar la inspiración.
La lectura es el gran secreto que lo enseña todo: desde la ortografía hasta la construcción de las frases.
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Respuestas a esta discusión

ESTUPENDO AMIGO.

RECORDARÉ Y HARÉ EJERCICIOS.

BENDICIONES.

MUCHAS GRACIAS, ADY. YA PUSE LA DEFINICIÓN DE SONETO, PARA QUE LA LEAS Y ESTUDIES.

MUCHAS GRACIAS  QUERIDO PROFESOR 

MUY BUENAS LAS  EXPLICACIONES 

ALICIA MÁNTARAS.

LAS QUE TE ADORMAN, QUERIDA ALICIA.

Muchas gracias maestro!! por esta clase magistral y gratuita que tanto valoro.

No soy académica, soy sólo una persona a la que le gusta leer y escribir

Por esa razón, muchas gracias nuevamente.

Saludos y bendiciones

GRACIAS A TI, NOEMÍ, POR TUS BUENOS CONCEPTOS SOBRE MIS CLASES. SALUDOS Y BENDICIONES

Muchas gracias,

justo lo que se necesito para  salir del atoramiento que tengo

abracitos,

desde hoy seré su asidua alumna

Marthaliz

MUCHAS GRACIAS, QUERIDA MARTHALIZ, POR TUS ELVADOS CONCEPTO SOBRE MI TALLER Y SÍI, CONSIDÉRATE YA DE LAS ESTUDIANTES MÁS APROVECHADAS DE LA CLASE.

TU PROFESOR QUE TE APRECIA,

JOP

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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