RECIBIMIENTO DEL HÉROE





Vuelvo de mi viaje por los años,

miro cuesta abajo el paisaje de mis áreas,

ahí está mi pueblo amado

deslizándose en el polvorín ajeno de mis recuerdos,

decrépito en la tarde.


Busco por sus cuadras la bucólica hermosura

que mueve mi quimera extravagante,

aturdiéndome con mi actitud de visitante foráneo,

insólito, desmedido, contemplativo y cruel.


Las cosas han cambiado.



El amor remueve mis viseras

al percatar la presencia de mi madre

en el umbral achicado de la misma puerta,

esperando al héroe de su vida que soy yo.



Con ella un sequito interminable en sumisa recepción.

El líder, el que cambiará las cosas, el libertador…

ese sigo siendo yo.

El estudiado, el urbano, el señalado…



Las flores del jardín dispuestas sin antojos en el jarrón de siempre,

el suave mantel en nívea exposición,

el olor tierno del caldo y el cilantro,

y sobre todo sus manos de madre, perfumadas orgullosas.

Mientras yo: lejano, abstraído de aquella vida,

enviciado y remoto del alivio fresco de la tarde,

recibo honores con una flor roja que se ahoga en mi garganta.

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Respuestas a esta discusión

FE DE ERRATAS

verso Nº 11

vísceras por viseras 

Hugo, merecido galardón. Felicitaciones!

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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