Juan es campesino… obrero de los surcos, sacerdote del agua. El alba lo sorprende empapado con el rocío mañanero, desentrañando el misterio de la tierra mientras un cortejo de pájaros rompe el silencio. Sigue una tradición ancestral de ruda tarea de inmigrantes que llegaron al país huyendo del hambre y la guerra.  Desentendido del estrépito de la ciudad, acompañado solo de su perro, encuentra la felicidad en la rutina de cada día, disfruta del emerger de los tiernos brotes y el madurar de los frutos… ¿quién podría robarle esos milagros cotidianos?

 

Delia Checa - D.A. R.

Mendoza, Argentina 

Vistas: 48

Respuestas a esta discusión

Es un hermoso y valioso microrrelato.

La felicito, Delia.

RSS

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…