Serkán (para ese perro especial)

[Vilma Lilia Osella]

Serkán       (para ese perro especial)

 

No podían cuidarte

y llegaste a esta casa

estrenando el abrazo azul

            de tu nuevo dueño

con tu pelaje negro y marrón

 tus ojos de almendra

      y tu lunar.

 

Perro fiel

           cuidaste las plantas

    el patio

                      la casa rupestre.

Jugaste con las palomas

   corriste a las gallinas

celaste a los conejos

escuchaste a los

ruiseñores y

vigilaste a  los humanos

                     que te rodeaban.

 

Atento a los forasteros.

Furioso con los malignos.

Temeroso en las tormentas.

 

Nunca supe Serkán

                   qué me decías

por las tardecitas

     cuando el cielo enrojece

y abruptamente ponías

      una pata sobre mi falda

y con la otra

                  levantada

hacías piruetas en el aire

   y me mirabas fijo

                              sin pestañear

sin inmutarte.

 

Son trece años     no es poco.

   Conociste a mis hijos

 jugaste largamente

            con ellos

en aquellos veranos

                       de ternura.

 

¿Dirás acaso “ellos están acá

y desde una nube

                                     nos espían

                                       a los dos

para que nunca

se termine nuestro juego”?

 

 

Misterio  tu mirada fija.

          Te llevo en el recuerdo

        de mis días mejores

de mi vida alegre

       de la completud del alma

y sé    Serkán

que cuando llegues

        al Cielo

buscarás

         a Pablo y a Ricardo

para mostrarles

       que en este patio

frente a este verde

la vida se desliza

           entre amores

          y la energía fluye

      y la hermandad perdura.

 

 

VILMA LILIA OSELLA

CIUDAD DE BUENOS AIRES