Cuando se almacena dos mil veces más arsenales de muerte que de vida que en la segunda guerra mundial debemos preguntarnos
¿En qué se convirtió el ser humano? ¿Hoguera teñida?
Espectros salivando poderío radiactivo, polvos de quienes fueron, heraldos sanguinolentos de guardapolvos de metal.
Aun arden las pupilas a fuego lento, imantado quedó en las cortezas la catástrofe del veneno que el viento aún mal forma, y contando quién más cerezas tienen en el postre, hoy, se mide el poder como dueños de todo ser vivo, por eso:
SEMBREMOS PAZ
Unidos sembremos paz en el alma
y elevemos un muy profundo salma.
Cultivemos con nuestras vocaciones
educando para nobles acciones,
sin doblegar las buenas intenciones
con leales ejemplificaciones.
¡No a las armas nucleares desdoras
y habrá mañanas esperanzadoras!
Di no a la guerra que todo desalma
y dile si al buen arte de pasiones,
que te llevarán, por sendas de floras.
MARÍA MAMIHEGA HERRERA.
SALTA- ARGENTINA
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FELICITACIONES
querida María Mamihega
por tu mensaje de corazón
y de honda reflexión.
Muchas gracias por leerme mi querida Iris, un abrazo
Excelente trabajo lírico.Un gran poema JB de valioso mensaje. Con este legado tu pluma ya está es la historia de la literatura.
Un abrazo.
Muchas gracias Milagros, me emociona lo que me dices, un abrazo.
Muy bonito, pero sobre todo el mensaje, que es un canto de esperanza.
¡Enhorabuena!
Juan Benito
Muchas gracias mi querido maestro. Un abrazo
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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