Erase una vez un duendecillo que habitaba en los sueños de Medmed. Medmed es un niño de 10 años con una imaginación genial y fabulosa, con sueños coloreados y rellenitos de acertijos, donde el duendecillo comparte el protagonismo de sus aventuras como gran capitán de los desvelos. Siempre que llega el mes de Octubre con sus pinceladas de colores ya bien por las tonalidades del Otoño como por las temperas de la Primavera, Medmed hace gala de su imaginación para favorecer los sueños más increíbles con laberintos y túneles y el duendecillo esperando noche tras noche para incursionar en las más traviesas aventuras que a veces se tornan macabras, por aquello de las brujas y sus cacerolas con pociones y mágicas mezclas aromáticas.

Así ha de llegar la noche que antecede el encuentro de las brujitas con sus escobas motorizadas y sus brebajes mágicos, alquimistas todas en el arte del hechizo y de las travesuras maliciosas. Todas con sus túnicas de colores brillantes con sus baratijas y ornamentos, para lucir en el magnífico espectáculo del sueño de Medmed, donde el duendecillo del desvelo espera con impaciencia para su próximo desafío en medio de la noche y en la algazara de la gran ronda donde todos han  de palmotear alrededor de la mano gigantesca de la ignorancia y sacudir la incredulidad y las malas intenciones para convertirlas en acciones ilusas, bondadosas, llenas de osadas travesuras y de sonrisas inocentes.

Cuentan que el duendecillo esa noche mágica puede enfrentar el desafío, luchar contra la adversidad de la mano de Medmed, puede alcanzar la rosaleda donde la esperanza hace su estadía, aniquilar las sombras malignas con sus candiles de alegría para arrancar de cuajo con un mazazo que le brote con voluntad del corazón, la enorme mano gigantesca de la ignorancia que ha asustado a muchos por muchos años y que ahora yacerá sin fuerzas y sin aliento porque la inteligencia y la sabiduría habrán hecho que sus dos justicieros puedan transformar en maravillas las banalidades de la intolerancia y del desamor, las incongruencias de la ignorancia que solo sabe ver lo malicioso, porque busca la belleza exterior, efímera en lo superficial y en lo mezquino.

Y el duendecillo del sueño, capitán del  desvelo de Medmed con su candil de ilusiones vulnerable y heroico, nos invita entre azares a contar las maravillas de su hazaña para continuar talando la ignorancia y levantando la mano gigante de la sabiduría.




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Respuestas a esta discusión

Un muy buen cuento  bien narrado con la dosis de asombro 

Gracias 

mary

Muchas gracias, me sentí muy bien escribiéndolo. Me hace soñar.

Muchas gracias amigo querido.

 Muy bonito tu cuento que me ha encantado leerlo. Un abrazo amiga.

Gracias por tu gentileza.

Precioso! Un placer leerte. Gracias por participar linda.

Y yo feliz de haber participado. Tus iniciativas siempre inspiradoras  son un motivo de alegría.

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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