Vallejo y los heraldos negros

Por Ernesto Kahan © Setiembre 2016

 

 

…Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte... César Vallejo

 

 

Los heraldos emisarios,

pomposos armados visitantes

de sus “heráldica ciencia”…

y noticias con sus sables…

 

Los de ayer y los de hoy.

Los que atormentaron a Vallejo

y nos siguen golpeando:

¡Esos impuestos al pueblo…! ¡Esa ciega obediencia!

 

Fantasmas en sueños y apariciones malas.

Tratados cocinados y sacrificios.

Anuncio y rendición…

Los intocables.

 

“Los Heraldos negros mandados por la muerte”

En la inmortal poesía del grande entre los grandes,

“El pan que se nos quema”

Junto a los libros en hoguera.

 

Heraldos guardianes de campos Nazis,

que donde se queman las ideas se quema a la gente

y donde quema gente, me queman

y nos queman.

 

¡Ay César Vallejo, hermano socio, maestro!

¡Qué bien los pintaste!

Y hoy viven en tu tinta

para que todos los vean.

 

Sale el sol, viene la primavera y luego ¡Ay! se va  

y aparecen esos intocables

en el umbral de la casa…

En el pueblo en asamblea…

 

¡Cerremos las puertas! ¡FUERA MISERIA!

Venga la poesía que se viste de manos amigas y

banderas de paz en los surcos sin los alambres de púa…

Sin los heraldos que nos golpean…    

 

 

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Respuestas a esta discusión

Maravilloso aporte  querido Dr. Un gran libro, gracias por traerlo  nuevamente, un abrazo.

Gracias querida María Mamihega

¡Ay César Vallejo, hermano socio, maestro!

¡Qué bien los pintaste!

Y hoy viven en tu tinta

para que todos los vean.

 

Sale el sol, viene la primavera y luego ¡Ay! se va  

y aparecen esos intocables

en el umbral de la casa…

En el pueblo en asamblea…

 

¡Cerremos las puertas! ¡FUERA MISERIA!

Venga la poesía que se viste de manos amigas y

banderas de paz en los surcos sin los alambres de púa…

Sin los heraldos que nos golpean… 

  

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Los Heraldos Negros,  titulo del libro del poeta peruano  CESAR VALLEJO que se hizo en 1918 pero  fue publicado un año más tarde 1919,   en los talleres de la Penitenciaría  (Lima, Perú)  Su poema Los Heraldos Negros limina su libro.  Consta de 69 poemas referidos al dolor humano.  El siglo XX  las letras estaban bajo el influjo modernista con Rubén Darío como representante cumbre; y, otros como Chocano, Buesa; y, César Vallejo con sus poemas innovó la Literatura Hispanoamericana, siendo un icono en su historia.  ¡Grande entre los grandes!

¡Ah Dr.  Ernesto Kahan,  qué letras para profundas las suyas! 

Hace en cada verso una especie de análisis de los versos de Vallejo pronunciándose con decisión y firmeza en gloriosas letras!

Heraldos guardianes de campos Nazis,

que donde se queman las ideas se quema a la gente

y donde quema gente, me queman

y nos queman.

Magníficas letras que nos llenan de exaltación y reconocimiento Dr. Kahan!

Sumamente agradecidos por este homenaje recordatorio del libro Los Heraldos Negros del insigne poeta César  Vallejo!

Y es un honor para mi,  darle mi humilde Destacado en esta prestigiosa Página,  admirado señor escritor poeta Dr. Ernesto Kahan!

Dios bendiga su excelsa pluma!

Estimada MarÍa Beatriz Vicentelo Cayo,

¡Qué comentario grandioso que hiciste! Mi obra y yo se sienten agradecidos y comprendidos ampliamente

Un abrazo fraterno

 

Excelso poema. Congratulaciones.

César Vallejo  “YA NO SUFRE”

Prosa poética

¿Qué si hay golpes en la vida? Los Heraldos han palidecido en la terrena vida, y no es blasfemia decir que el alma sufre,  porque  en la efímera jornada el misterio sintetiza nuestras constantes caídas. ¿Cuántas aberraciones  podremos soportar en la deshojación sagrada?  Ya tu cuerpo por lo sufrido se perdió en la  espumante escaramuza.  No regreses, no es  desierto donde has caído  y abre los ojos, en la  zanja luminosa donde te has rendido, Dios te ama, y sí, son pocos los que reciben sobre el hombro la llama espiritual de una palmada; Ya tienes a tus pies dos heráldicas alondras.

 

 

Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano

“Hombre de Maíz, 2009”

Guatemala, C. A.

Tu siempre, querido Rafael, sublimando la poesía. 

Gracias

Ernesto

EXQUISITA  POÉTICA.

POESÍA CONMOVEDORA.

Gracias amigo Cástor A. Olivier, por leer y comentar mi poema

Ernesto

Ernesto Kahan, querido Amigo, que como tal lo siento, amo las letras por ser las herramientas que me permiten decir aquello que pretendo compartir, y amo a la gente que, como Usted, hermano poeta, dice con contundente sencillez lo que es preciso sea dicho con la claridad que el mensaje requiere. Leído y releído vuestro poema, mi admirado Ernesto, luego de leer los dos versos del gran César Vallejo, a quien poco conozco, menos que Usted, seguro, concluyo en que ambos, Usted y él, son poetas que coinciden en reclamo y conceptos, pero, con respeto, me atrevo a preguntarle, querido Ernesto: ¿coincidiremos ambos, Usted y yo, y ojalá César Vallejo desde su nueva morada, en que clamar al Cielo, como hacen algunos poetas, para que baje un Ser Todopoderoso y acabe con las penurias que los mismos reclamantes han provocado, por acción u omisión, resulta un gesto evidente de desatino y tan pueril como carente de sensato criterio? Es mi humilde opinión, rebatible, por cierto. 

P.S.: ofrezco mis disculpas por el atrevimiento, mi querido compañero de sendero literario. 

Respeto y comparto su opinión querido amigo Hugo Mario Bertoldi.

Mas. la responsabilidad social es muy extensa y cada uno hace lo que puede, unos escriben poemas, otros dan clases, muchos educan a sus hijos por la cultura de paz, los creyentes rezan... en fin, esa es nuestra vida en un camino precioso hacia la paz y la armonía.

Ayer me encontré con mi amigo y le conté que le agradecí a Dios porque me hizo un milagro ¡Gané la lotería!

 -¡Qué!- me dijo y agregó –¿Cómo es posible que yo, que todo el tiempo pienso en el Señor, que rezo 4 veces por día y que voy a la iglesia todas las semanas, siga pobre y con un salario que no me permite terminar el mes, mientras que vos, que ni te acuerdas de Él, ganes la lotería?

Pensé y pensé y le respondí – tengo la respuesta

-¿Cuál?

- Porque seguro él está cansado de ti ¡Todos los días y para colmo 4 veces diarias!

Ernesto Kahan

 

Recibí lo que intuí recibiría, amigo Ernesto Kahan, esto es, la respuesta sabia y atinada de un hombre con tan buen criterio como maravillosa templanza, sendas cualidades que le hacen el Ser Humano que nos honra con su sola presencia. ¡Elocuente y didáctico resultó el cuento, querido Ernesto! Abrazonrisas muy australes. 

Estimado poeta, gracias por su aporte, sobre Los heraldos negros de nuestro eterno poeta ,  siempre vivo en las letras y la poesía , el de todos los tiempos César Vallejo.

Saludos cordiales

Teodora

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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