LA VILLANA
(Espinela)
Una atractiva mañana
iluminada y frondosa,
presencié tamaña cosa
que propulsó una villana
al tragarse una avellana
dura dulce frita seca
que la tornaron reseca
con la piel amarillenta
una fiebre suculenta
que le produjo esa mueca
¡Pobre muchacha! decían
los que estaban a su lado
los que andaban de mandado
los que iban y volvían
y hasta los que maldecían
a la villana delgada
de pollera colorada
estrafalaria y violenta
que pisaba los cuarenta
y se notaba cansada.
La levantaron del suelo
la sentaron en un banco
y con un pañuelo blanco
le humedecieron el pelo
y luego de contrapelo
le revisaron la frente
y vieron que solo un diente
roto por el medio, estaba.
¡ni el dentista la sanaba!
acotó un no vidente.
La villana de Boedo
narra que no tiene hijitos
que para en “ Los Angelitos”
y no la consume el miedo
porque la protege Alfredo
de lugares peligrosos
donde se esconden viciosos
que regalan avellanas
y espían a las baquianas
¡malditos facinerosos!
La villana de la calle
con la boca carcomida
se veía destruida
y reclamaba su valle,
no quería más detalle
solo saber de su gente,
esa que vive en el puente
y amasa los tallarines
que comerán los delfines
que cohabitan en su mente.
Martha Dora Arias Brun
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Es un buen desafío la escritura de espinelas. Gracias por tu destacado querida poeta
BESOS
Martha
Magnífica divertida espinela.
Realmente lo dijiste con certeza ¡ Pobrecita! Gracias Betz . CARIÑOS
MARTHA
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