EL PLAGIO Y OTRAS FORMAS DEL USO ARTÍSTICO SEMEJANTES

En un ensayo anterior acerca del plagio, destacaba la dificultad en precisar su presencia en una obra de arte, porque el arte es la expresión humana de las experiencias comunes, dichas o cantadas por el poeta artista. De allí la dificultad: Si quien copia el texto lo hace inconscientemente, no existe la voluntad de plagiar, y quizás pasará desapercibido su acto de copiar; pero si lo ha hecho con intención, total o parcialmente, de una obra de arte valorada o no por la humanidad, entonces se pone de bulto el acto ilícito y contra la ética.

Es imposible alcanzar a cubrir todos los actos de plagio cometidos desde siempre. Avellaneda imitó a Cervantes, pero hay quienes han dicho que Cervantes imitó a Ariosto en su Orlando Furioso. El tema de ambas obras es semejante: el desvarío que conduce al protagonista a cometer actos de locura. Es imposible evitar la generalidad que vive en toda acción humana. Algún escritor dijo que los temas de la poesía o la narrativa podían reducirse a diez. Ironía o no, parece que tiene algo de verdad, porque el ser humano es el mismo y vive las mismas emociones.

Pero en lo que he dicho respecto de Cervantes y de Ariosto no se habla de plagio sino de influencia en el tema. Porque hay también influencia en el estilo o forma externa de la obra de arte. Hay un estilo Brueghel y un estilo Rembrandt, lo mismo que un estilo Thomas Mann o Borgeano.

El estilo se origina en la influencia que recibe un autor, de otro que ha sentado una forma de expresión y la ha hecho propia. Dije que el llamado realismo mágico es una forma de contar en literatura, es creación intencional, y debe distinguirse del realismo maravilloso. En el realismo maravilloso, el hecho que sobreviene tiene carácter de maravilla, y se produce sin la intervención humana: Es una alteración de la realidad, inesperada, como si dijésemos un milagro. El personaje de Cien años de soledad que vuela a los ojos de todos, por levitación divina, es un acto de realismo mágico, y pertenece a la creación del artista. Es por ello de naturaleza estética intencional del autor.

En cambio, todo lo que se ha escrito en nuestra América del Sur después de los años 50, tiene mucho de realismo maravilloso: la selva intrincada llena de misterios permite en la escena la intervención de lo inexplicable, como los seres que la pueblan.

Un cuento de Arturo Uslar Pietri: Lluvia, es muestra de realismo mágico, y por eso fue calificado el autor como creador de este modo de contar. Un tema sencillo cargado de poesía: La pareja campesina, sin hijos ni parientes, espera en la soledad del campo que venga la lluvia después de una larga sequía. Ambos pasan las noches en vela tratando de sentir la proximidad del agua bienhechora. Pasan los días y nada ocurre. Pero de repente el hombre encuentra en el terreno seco a un niño hermoso y desconocido, que apenas responde a las preguntas. Lo nombran Cacique, por el perro que perdieron, y se encariñan con él. El niño se acomoda bien en la casa y sale con frecuencia de paseo por la cercanía.

Y no llegaba la lluvia tan deseada.

Sale un día Cacique a recorrer el terreno cercano y llega la hora habitual de su regreso a casa, y no regresa. Se preocupan sus padres putativos y no hallan respuesta a su ausencia, que se les hace dolorosa. Cacique no llega.
En esa zozobra oscurece el cielo y cae una copiosa lluvia.

Lo maravilloso (que muchos califican de mágico) puede hallarse en el contraste de sentimientos y hechos: Llega la alegría del niño a la casa y luego desaparece para dejar en sus padres el dolor de la pérdida. A cambio del dolor reciben la bendición de la lluvia. Expresado todo con una fina poesía telúrica.

Se ha dicho, con razón, que Uslar Pietri es el creador del realismo mágico (en aquel lejano tiempo no se decía "maravilloso"), pero Alejo Carpentier lo llevó a su perfección en sus grandes novelas: El siglo de las luces, Concierto Barroco, Los pasos perdidos y otras muchas. Carpentier, junto con Uslar Pietri, introdujo el realismo maravilloso en sus obras, en lo que García Márquez desarrolló en Cien años de soledad.

¿Y tendríamos la osadía de decir que Gabriel García Márquez cometió plagio en el estilo o forma estética de narrar en sus novelas mágicas? Nunca lo hubo, porque el escritor colombiano atendió a lo que a su alrededor veía y sentía: El maravilloso mundo americano, en el que aparece el espíritu del barroco, una constante donde el horror al vacío dicta la proliferación de núcleos que llenan totalmente el espacio en forma expansiva.

Puede haber imitación inconsciente de temas, y puede haber influencia en la forma de expresar la realidad en el arte. Pero no se habla en tales casos de plagio. El robo flagrante del plagio contiene intención de obtener el beneficio del reconocimiento con una obra ajena. Hay en el plagio intención delictual.

Para que podamos hablar de plagio ha de existir la intención de copiar. El mundo que habitamos contiene todo lo que los seres humanos vivimos a consciencia, pero no todo se refleja en las obras de arte.

Cada impresión estética que recibimos deja una huella que no percibimos y que surge cuando no lo pensamos. No es plagiar contar una historia ya contada (y creo que ya todo ha sido contado), sino cuando deliberadamente copiamos a otro.

Todavía los hispano hablantes escribimos como Cervantes, y si no que lo digan Alejo Carpentier o Gabriel García Márquez.

Nuestra América es un continente de mestizajes, y ha sido barroca desde siempre. El Popol Vuh es el ejemplo más demostrativo. Se acrece el sentido del barroquismo ante la conciencia de ser otra cosa.

Don Simón Rodríguez lo expuso gráficamente: “Tenemos huasos, chinos y bárbaros, gauchos, cholos y guachinangos, negros, prietos y gentiles, serranos, indígenas, gentes de color y de ruana, morenos, mulatos y zambos.”

He allí la realidad mágica.

(El texto de mi autoría que antecece fue publicado en la página "Papel Literario", del diario El Nacional de Caracas, 21 de julio 2013)

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Respuestas a esta discusión

Muy interesante, ilustrativo y didáctico,

el texto transcrito por ud. , del diario

"El Nacional" de Caracas, de fecha 21.7.2o13.

Muchas gracias Sr. Alejo Urdaneta.

Interesante, Alejo. Siempre creí que García Marquez era el inventor del realismo mágico.

Gracias por tus aportes, siempre asombrosos.

Vilma Lilia

precioso aporte, completo profundo y educativo, mis respetos y felicitaciones

Existe una formula práctica, sencilla y efectiva. para detectar el  plagio, particularmente en poesía. En pintura, por ejemplo, yo vi una pintura de San Francisco, me gusto, trate de hacerla lo mejor que pude (yo no soy ni pintor ni escultor) Un Murillo y siempre que la comparto hago mención de que la idea y obra original de de él.

Volviendo a poemas... porque el poeta, aunque no memorize con regularidad, algunas veces en la lectura, de inmediato, sus reflejos lo lleva a cierta obra . La formula es copiar uno o dos versos y colocarlo en cualquier buscador. Y ESO ES TODO.

UN EJEMPLO: 

Es imposible alcanzar a cubrir todos los actos de plagio

http://alt.qcri.org/~albarron/publications/2008/masterBarron.pdf

EXCELENTE ARTíCULO, seguramente nos va a interesar a todos. Congratulaciones. 

¡Real maravilloso, es tu sabia culminación de algo tan impreciso y complejo, como si concluyéramos, Alejo estimado, que todos a fin de cuentas nos copiamos o que todos finalmente escribimos un solo libro!

Pero el plagio existe y, a veces, en las formas o maneras más burdas y corrientes...

Bastante interesante, nos muestras aspectos de considerar que a veces no nos percatamos o simplemente olvidamos.

Gracias Alejo, por este texto tan interesante y profundo

Ernesto

Me deleité leyendo este texto de Alejo, un autor que deja huellas en el corazón y conocimiento de sus lectores.

Gracia amigo

Ernesto

Alejo como siempre , tiene mucho valor lo que ud escribe y sobre todo sus temas son muy interesantes

Gracias 

mary

Imitar, inspirarse en una obra ajena, aprender a mostrar la inspiración con formas y métodos de los grandes, no es plagiar.

Plagiar, mi estimado Alejo Urdaneta, es copiar y publicar un trabajo que no es nuestro, como si lo fuera, firmarlo y compartirlo públicamente . Eso es plagio, es un delito en todas partes del mundo.

Lo demás es pura (milonga)

Un saludo poeta. Donald-11-10-2020

PD: Llevas el nombre de un general Maracucho. 

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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