AHORA NO TENGO NADA QUE DECIRTE
Había calculado cada palabra para decirte,
Ensayado cada línea en mi cuaderno,
Imaginado cómo develarte lo que tengo para ti,
Como verás no soy perfecta, ni fue perfecto
nuestro amor.
Cuando el mundo era perfecto porque
Lo construíamos juntos, y lo hacíamos perfecto.
Yo quería creer que un mundo se puede crear de a dos,
Cuando somos uno, porque estas dentro mío,
Y yo estoy dentro tuyo.
Acaso es un solo corazón el que late como un caballo
Desbocado cruzando el río de la existencia,
Nos donábamos el uno en el otro, con las dos manos
Entregándonos el alma, sin dejar apenas una migaja,
Ni una mirada de asombro y dicha.
Ya sabía que había dolor porque en algún lugar
Nos dolía el amor.
Nuestro silencio era dicha y nuestro grito mudo
Era dicha, cuando nos tocábamos esos monstruos
Que ya no nos asustaban,
Ni las sombras porque estaban en otro lugar.
Llevábamos el mundo con nosotros, en nuestros ojos,
En nuestras manos, en nuestros corazones,
Teníamos al mundo a nuestro favor,
Y lo comíamos cuando nos mordíamos a besos,
En la libertad instintiva del asombro,
Nadie podía condenarnos porque reírse
De la muerte es un acto sagrado.
Era ineludible seguir viviendo más allá de amor.
Pero, mira me he equivocado, he perdido tu boca,
Y no tengo nada para decirte,
Salvo que me he quedado sola con mis monstruos.
MARCELA VANMAK
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"...Ya sabía que había dolor porque en algún lugar
Nos dolía el amor.
Nuestro silencio era dicha y nuestro grito mudo..."
Qué bellos senderos abre la ilusión de amar
se es feliz acaso un minuto que vale por un siempre,
mas, penumbras inoportunas aparecen de cuando en cuando
y la ensoñación se torna en quimera,
hay llanto, hay silencio, hay grito que se pierde en la garganta.
Querida poeta Marcela:
Has versado divinamente, desde tu sentido corazón
con una luminosa inspiración.
Me encantó tu poema.
GRACIAS, AMIGOS DE ESTA CASA DE AMISTAD Y POESIA!
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