En la tarde contagiada de lamentos

[Aimee Granado]

Desde el lago te recuerdo entre suspiros,
en la tarde contagiada de lamentos
aferrada a la pasión de un compromiso.

Es tan triste el horizonte que me acerca
a la absurda terquedad de este silencio,
pretendiendo sepultar tantas quimeras.

Y contemplo la oquedad de este vacío
cuando el tiempo inexorable me estremece
y amenaza mi anhelar con el olvido.

Es la fría sensación quien me acompaña
cuando siento perecer en mi desvelo,
la ilusión que persevera en la esperanza.

Y esta barca que acunó nuestros deseos
hoy la siento tan vacía, abandonada
en el gélido conjuro del destierro.

No me acepto solitaria en el periplo,
sólo quiero revivir la primavera
convirtiendo mis ocasos en estíos.

Es difícil contenerse en el abismo
junto al llanto suplicante y lastimero,
que no puede edulcorar nuestro destino
ni aliviar la soledad de este desierto.

Aimée Granado Oreña ©
Gota de Rocío Azul