Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, tres astronautas llamados Melchor, Gaspar y Baltasar recibieron un mensaje del universo que les pedía ayuda para encontrar a un niño especial. Los astronautas sabían que no podían ignorar el llamado del universo, así que se prepararon para el viaje.
Después de meses de entrenamiento, los astronautas abordaron su nave espacial y partieron hacia el planeta donde se encontraba el niño. Durante el viaje, se encontraron con muchos peligros, como asteroides y tormentas solares, pero nunca perdieron la esperanza. En su camino, se toparon con una raza alienígena hostil que intentó detenerlos, pero los astronautas lograron escapar gracias a su astucia y habilidades.
Finalmente, después de un largo viaje, los astronautas llegaron al planeta y encontraron al niño Jesús en un establo. El niño estaba rodeado de una luz brillante y emanaba una energía divina que los astronautas nunca habían experimentado antes. Le ofrecieron regalos que simbolizaban la realeza universal de Jesús, su divinidad y su humanidad y mortalidad. El objeto que representaba la realeza universal de Jesús era una bandera con un emblema especial. La bandera era de un color dorado brillante y tenía un escudo en el centro que representaba la unión de todos los pueblos del universo. El objeto que simbolizaba su divinidad era una estrella brillante. La estrella era de un color plateado y tenía un brillo intenso que iluminaba todo el establo. El objeto que representaba su humanidad y mortalidad era una flor delicada. La flor era de un color blanco puro y tenía un aroma dulce y suave.
El niño Jesús sonrió y les agradeció por su amabilidad. Los astronautas sabían que habían hecho lo correcto al responder al llamado del universo. Después de despedirse del niño, los astronautas regresaron a su nave y emprendieron el viaje de regreso a casa. Sin embargo, en su camino de regreso, se dieron cuenta de que la raza alienígena hostil los estaba persiguiendo. Los astronautas tuvieron que luchar valientemente para escapar de sus perseguidores y regresar a casa sanos y salvos.
Aunque la historia de los tres astronautas que visitaron al niño Jesús es solo un cuento, nos recuerda la importancia de ayudar a los demás y de seguir nuestros sueños, incluso cuando parecen imposibles.
Comentario
PRECIOSA PARODIA, En narrativa sobre en acontecimiento de los Magos de Oriente.
Que ni eran magos, ni eran reyes y que no eran tres.
Felicito efusivamente la originilidad .Feliz inicio de año.
Rafael.
Gracias mi estimada Delia.
Mil gracias Silvana querida.
Gracias mi estimado Beto. Un abrazo.
Un maravilloso e intructivo cuentito para contar a los pequeños.
¡FELIZ 2024!
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