un niño pobre en dia de reyes

[BRAYNER ABRAHAN GOMEZ BAEZ]

En un pequeño rincón de la ciudad, donde las luces de Navidad titilaban tímidamente, vivía Martín, un niño de ojos brillantes y ropas desgastadas. La víspera de Reyes Magos se acercaba, y la ilusión flotaba en el aire, pero Martín no podía evitar sentir un nudo en el estómago.

Su familia, luchadora y amorosa, apenas tenía lo suficiente para sobrevivir. Los regalos y las fiestas eran lujos lejanos. Aun así, Martín mantenía la esperanza en su corazón. Soñaba con juguetes, risas y magia en esa noche tan especial.

La víspera de Reyes, Martín se asomó a la ventana y contempló el cielo estrellado. Las risas de otros niños resonaban en la calle mientras jugaban con sus regalos. Sin embargo, la mirada de Martín estaba fija en las estrellas, como buscando un destello de esperanza.

En ese momento, una luz inusual iluminó su habitación. Martín se volvió y descubrió una bolsa en la puerta, repleta de juguetes humildes y golosinas. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras exploraba el regalo anónimo.

En la tarjeta, una simple palabra resonaba: "Esperanza". Aunque nunca supo quién dejó ese tesoro, Martín sintió que los Reyes Magos habían escuchado su deseo más profundo.

Esa noche, Martín compartió su regalo con otros niños del vecindario. La alegría y la gratitud llenaron el aire, recordando a todos que la magia de los Reyes Magos no siempre viene en paquetes lujosos, sino en actos de amor y generosidad.

A partir de entonces, cada víspera de Reyes, Martín recordaba la lección de esperanza y la importancia de compartir, haciendo que la magia de esa noche especial perdurara en su corazón. Y así, en la sencillez de un regalo inesperado, la historia de un niño pobre en días de Reyes Magos se convirtió en un cuento de amor y bondad que resonaba en cada rincón de la ciudad.