UN CUENTO DE CUNA
Contaré mis historias a la luna
observando tus ojos cuyos brillos
me relatan los cuentos de hada y grillos
recordando, mi madre santa en cuna
Y evocaba al sinuoso viento en duna
con danzante caballo a crin de arnillos
a su lomo gavilla de esos grillos
transformábanse en rey de blanca luna
Ah mi sueño… candor, ensueño en niña
Ilusión que me abriga... ¡Y me encariña!
Hoy sigue cintilando en mi piamadre
¡Con un rey que ya el alma lo adivina!
Con un cuento que ve su luz divina
y ve en sus ojos... ¡Besos de mi madre!
Beatriz Vicentelo
Derechos Reservados
Arnillo: pez teleósteo de 20 a 30 cm de longitud, y forma y color parecidos a los del barbero, aunque no aplastado.
Piamadre: Meninge que es la más interna de las tres, en contacto con la superficie cerebral.
Comentario
Cuentos de cuna, remembranzas de un pasado siempre presente.
Un verdadera joyita literaria nos regalas, poetisa
Un abrazote acompañado de una flor van...
Muchas gracias mi gentil Lucia, por tu lectura y amable comentario!
Si, entendí el resaltado, más gracias
Besos querida mía
¡Bello relato en poema, de memoria maternal, Beatriz!
Bueno, no es un poema precisamente dedicado a la madre mi querido Magi, pero si tiene mucho que ver.
Mi agradecimiento por tu lectura mi querido amigo!
Besos y abrazos
Muchas gracias mi querida Iris!!
Un beso y una flor
Mil gracias mi querido Ronny, a la MADRE la añoramos asi tengamos cien años de vida. Amor como el de ella, no hay en este mundo!
Ahora fuiste tú, quien me emocionaste con tu gentil comentario!
Dios te bendiga grandioso amigo poeta, miles de besos!
Arte elevado encuentro siempre en tus letras,
léxico primaveral y muy florido, siempre brillan,
mas, cuando la evocación se hace tierna y filial,
no hay poema más excelso y sublime que el que hoy has versado.
Mi cordial abrazo para ti Beatriz.
"¡Con un rey que ya el alma lo adivina!
Con un cuento que ve su luz divina
y ve en sus ojos... ¡Besos de mi madre!"
Cuando leo poemas sobre “La Madre”, la nostalgia me invade. Tengo casi setenta años y ese es el mismo tiempo que llevo enamorado de la misma mujer: MI INMENSA MADRE. Aunque soy abuelo, todavía añoro que esa mágica MADRE mía venga la noche a mi cuarto para cantarme su cantar de cuna, para besarme y arroparme. ¡Madre mía! hay momentos, sensaciones, enseñanzas y sobretodo los besos de una madre que nos quedan marcados a fuego. ¡Ah! nuestra siempre querida MADRE, qué tesoro ya perdido pero jamás olvidado, nuestra inolvidable MADRE, raramente estricta, siempre protectora, eternamente permisiva. ¡Y ese beso suyo! ese beso de cariño inagotable, tranquilo y sereno, cálido y precioso, tierno y sincero, inmenso y poderoso, puro e incondicional. No hay palabras que describan el poder inconmensurable del beso de una MADRE, tanta paz y sonrisa, tanto amor transmitido. Ojalá pudiéramos amar como lo hace una MADRE, de seguro el mundo sería otro.
Gracias Bettie por este conmovedor y superior soneto, me dejaste impactado.
Ronny
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