Tu, yo.
Entre tus piernas arrullas mis desvelos mientras mis manos duermen
al contorno de tus pechos,
impacientes los deseos rompen sus cadenas y se mezclan con
placeres que dominan la conciencia.
Me acerco a tu alma, la abrazo, la beso,
le entrego dulzura, amor le profeso.
Tu, yo, hombre, mujer, la vida!
Pues no hizo Dios cosa más grande ni más bella ni divina!
Tus ojos me miran y en ellos me pierdo,
provocan un fuego que abraza mi cuerpo
y quedan cenizas que vuelan al viento,
recuerdos que habitan en el pensamiento,
que salen de noche y caminan al tiempo.
Carlos Eduardo Lamas Cardoso.
Derechos reservados. Registrado ante Derechos de Autos de la SEP.
Comentario
Ma. Gloria,
Reitero mi agradecimiento a su visita por mis letras.
Saludos y bendiciones!
Liliana,
Muchas gracias por tu visita...
Saludos y bendiciones!
Antonio,
Muchas gracias por tus gratas palabras.
Saludos y bendiciones!
Lourdes,
Muchas gracias. Si, es un poema que contiene mucha pasión, pero a la vez tiene mucha dulzura, bueno, eso creo yo.
Saludos y bendiciones!
Rosemarie,
Muchas gracias por pasar a leer este poema. Fue el segundo que publiqué, así que tu "Destacado" es una verdadera agradable sorpresa.
Saludos y bendiciones!
Mab,
Muchas gracias por pasar a visitar este breve poema.
Saludos y bendiciones!
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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