TU BOCA MI CIELO
Recuerdo cuando te besaba las manos,
Te besaba los ojos,
Te besaba los pies,
Porque eras mi tierra prometida,
Mi barca de luz,
Y llegaba a ti como un náufrago en alta mar
Luego de haber quemado las naves,
De haberse visto con bestias marinas,
Como un profeta descubriendo su paraíso,
No tenía en ese entonces nada más que tu boca,
Porque tu boca era mi Edén,
¡Porque tu boca ay, tu boca!
Era un remanso para las dudas,
Un territorio para los fracasos,
Un salmo para los pecados,
Un lugar donde se refugiaban los miedos.
Encallaba en tu boca y hacía nido mi lengua,
Mi sed de esperanza,
Y desde allí me lanzaba al vuelo
Infinito de la dicha,
Volaba lejos del mundo,
Volaba lejos de mí,
Volaba como si un sueño me hubiese
Robado mi nombre,
Mi pequeña estupidez,
Tu boca me hacía perenne en bosques de coníferas,
En abedules de flores rojas,
Me nacían todos los girasoles en el cuerpo,
Tu boca me prodigaba la humedad necesaria para sobrevivir,
Era una lluvia de primavera tu boca
Cayendo en mis jardines,
En mis limitados sentidos invernales.
Tu boca mi cielo,
Tu boca.
Era un encuentro conmigo misma tu boca,
Mi espejo devolviéndome el rostro perdido,
Ese terrible e intenso cielo para las calamidades,
Tu boca me abarcaba en un espectáculo
Cotidiano de sabores servidos.
Tu boca era lo único verdadero que encontré
Como si fuese posible resucitar en tu boca,
Acaso un milagro de belleza y absoluto,
Un camino por donde perderse,
Para reencontrase con Dios.
Tu boca era un rapto con que mutilarse,
Arrebatarse, morirse dentro de dicha.
Tu boca es mi papel en donde escribo
Nuestra historia con tinta sangre.
Ya no tengo tu boca mi cielo.
Marcela Vanmak
Comentario
Benjamín, vuestros comentarios me ilusionan. Gracias!
¡Dulce poema, Marcela!
Delia y Betty, gracias por pasar y dejar un comentario tan bonito. Estoy pasando por una crisis de escritura pero, al reves. No puedo parar de escribir. Siento mucho si molesto con mis locuras. Besos.
Tu boca me prodigaba la humedad necesaria para sobrevivir,
Era una lluvia de primavera tu boca
Cayendo en mis jardines,
En mis limitados sentidos invernales.
Tu boca mi cielo,
Tu boca.
Era un encuentro conmigo misma tu boca,
Mi espejo devolviéndome el rostro perdido,
Ese terrible e intenso cielo para las calamidades,
Tu boca me abarcaba en un espectáculo
Cotidiano de sabores servidos.
Tu boca era lo único verdadero que encontré
Ah la boca del ser amado, es una boca que no se iguala con ninguna otra!
Y lo has versado con metáforas excelentes mi querida Marcelita!
Mas felicitaciones con más gracias!
Maravilloso y ultra romántico tu poema, Marcela, es impactante y atrapante. Cada uno encuentra en el ser amado aquello que lo hace más "apetecible", aquello que nos enloquece. Y después, cuando lo perdemos, por esos azares de la vida, parece que fuéramos a morir; es entonces cuando nos percatamos de que nos hemos hecho adictos a su permanencia.
Bellísima obra, te agradezco su publicación.
¡Felicitaciones!
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2025 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME