Testigo sin memoria (cuento a dos manos)

[Beto Brom]

Hoy pude huir para navegar por el ancho río, adornado de inmensas rocas, grandes árboles de hojas verdes, brillantes como el sol. Los peces saltan a mí alrededor, como si quisieran decirme algo. A lo lejos, puedo divisar otra barca con un ocupante o tal vez dos, trataré de acercarme con cautela y saber quién tuvo la misma idea que yo. 

Apuro mi canoa, remo con fuerza para alcanzarla…una fuerza invisible me impide avanzar, quizás algas molestan, tal vez un tronco sumergido entorpece deslizarme… mis esfuerzos son en vano, estoy varada, imposible avanzar…

Decido elevar mi voz, con seguridad me escucharán…

    -Hola… ¿me escuchan?....no puedo avanzar, necesito ayuda ¡¡¡POR FAVOR!!

Creo que miran para aquí, sin embargo no contestan, haré un nuevo intento…

    -Ehhh…los de la barca, ¡¡NECESITO AYUDA!!

No puede ser… son dos…hablan entre sí, me hacen señas…no entiendo lo que me dicen, no escucho sus voces…

Empiezo a desesperar…no debo perder la calma, solo unos pocos metros me separan de la barca, hago esfuerzos para mover los remos, parecería que están atascados, ¡esto es imposible!

Hago un brusco movimiento con los remos, pierdo el equilibrio al tiempo que sigo gritando pidiendo ayuda…

Escucho voces que dicen…

    -Ya está despertando, por un tris se la come el gran cocodrilo del lago. Menos mal que estábamos cerca para poder rescatarla. 

No puedo articular palabra, debo estar en shock, me hacen muchas preguntas que no puedo responder. Dicen que están esperando al médico para que me examine bien y diga que me sucede. 

Me pregunto si estaré soñando o si realmente estoy viviendo una experiencia extraña al no poder hablar ni recordar que me sucedió. 

    -Cálmese, está todo bien…no trate de levantarse, por favor…tranquila, repito, todo está bien… ¿Me entiende?

    -Yo… ¿Dónde estoy?....déjenme levantarme, ¡¡Socorro!!

    -Me llamo Alicia, soy enfermera, está en un hospital, cálmese señorita…no se preocupe, ya pasó el peligro, todo está bien…tuvo mucha suerte… ¿Cuál es su nombre?

    -¿Dónde estoy?…tengo que escapar…ellos me persiguen…

El Doctor Felian entra…

    -Oh, por fin despertó la bella durmiente, está mejor creo… ¿Cómo se siente?

    -¡¡Déjenme!! Necesito escapar, ya están cerca…

El médico indica a la enfermera preparar una nueva dosis de calmante, ya mismo… la paciente está en shock.

…………..

Abro los ojos y me doy cuenta que me tienen amarrada a la cama. Sigo sin saber quién soy, con la sensación de estar vigilada por todos.

Comienzo a mover las manos y los pies y las amarras se sueltan, realmente no estaba sujeta.

Me voy sentando poco a poco.

Hay una mesa pequeña negra con agua, galletas, naranjas, manzanas. Tengo tanta hambre que me lo comería todo de un solo bocado, pero prefiero ser prudente.

Entra una enfermera con una gran sonrisa y me felicita por estar desayunando. Al irse, entran dos hombres altos, bien vestidos, con sombrero, quienes colocaron un pañuelo sobre mi rostro y no supe más de mí…

    -Vamos, rápido…antes que nos descubran.

La colocan sobre una camilla, salen de habitación y se dirigen hacia la salida del hospital. Los dos supuestos enfermeros, vestidos con ropa del establecimiento, pasan desapercibidos entre las personas que encuentran en el camino. Ya fuera, introducen la camilla en la parte posterior de una ambulancia estacionada en el estacionamiento, y parten de allí, con rumbo desconocido.

Al cabo de unos quince minutos, entra la enfermera a la habitación para retirar la bandeja del desayuno… queda asombrada ante la cama vacía.

Sale corriendo y avisa al médico de lo sucedido…pasan unos minutos y ya son varios los empleados que buscan en todos los lugares posibles a la desaparecida paciente.

Pasada media hora, llega un celular de la policía, cuatro agentes entran apresurados. Después de recibir los informes pertinentes, dos de ellos van hasta la habitación 109…revisan con la mirada todo el lugar, se cuidan de no tocar nada, salen, cierran la puerta y colocan sobre ella una banda cruzada: ¡Prohibida la entrada!

Para esto, llega un grupo de la TV local, comienzan a filmar por aquí y por allí… una coqueta periodista se acerca provista de su micrófono, a uno de los médicos del nosocomio, hace las consabidas preguntas, pero no recibe ninguna respuesta en claro…va hasta el mostrador de las enfermeras y prueba suerte con una de ellas… pero tampoco logra sacar nada en limpio.

En escasos minutos uno de los agentes se acerca a ella…

    -Señorita, soy el oficial encargado del caso, le informo que por el momento, estamos imposibilitados de opinar al respecto. Solo diré que sea trata de un secuestro y estamos en plena acción para aclarar el suceso, Cuando tengamos más datos, lo informaremos. Ahora, le solicitamos retirarse del hospital, pues están perturbando nuestro trabajo, Gracias y buenos días.

Ya al salir, la periodista y su compañero el camarógrafo, se percataron de que dos policías se ocupaban de cerrar la entrada del hospital, y quedándose en guardia evitando la entrada al mismo.

Comienza a despertar y lo primero que observa es una lámpara grande, de diminutos cristales, bella, elegante.

Gira la cabeza hacia ambos lados, todo le parece tan de buen gusto.

Al rato va retomando la conciencia…

Ve una mesa ovalada con diferentes productos, café negro, un surtido de clase de té, leche, galletas, fresas, zumo de naranja, mermelada, aceite de oliva, tostadas, mantequilla. En el centro un florero blanco de porcelana con muchas rosas rojas, preciosas.

Después del desayuno, se levanta para ir al servicio, ducharse.

Al salir de la habitación se da cuenta que es un palacio, como nunca antes había visto, mucho menos imaginado.

Una chica alta, muy rubia de ojos verdes la saluda como si la conociera de toda la vida, pero ella no la recuerda, ambas siguen su camino. 

Bajó las escaleras sin hacer ruido y cuál no sería su sorpresa al comprobar que la estaban esperando para celebrar su cumpleaños.

El ambiente perfectamente decorado, con mesas muy bien vestidas con un pastel en cada una.

¿Se pregunta si era un sueño? 

Varios se acercan para felicitarla…sigue sin comprender nada…no reconoce a nadie…sin duda están confundiéndole con otra persona…una rara sensación de incredulidad la posesiona… nunca había ni siquiera imaginado situación semejante…se disculpa y con rapidez vuelve a subir por la escaleras, llega a su cuarto y allí se encierra…es necesario calmarse...nada tiene sentido…

Los dos supuestos raptores, están sentados observando a la joven que aún esta somnolienta a causa de la droga inyectada. Están seguros que a la brevedad volverá en sí, y lograrán conocer la verdad sobre lo acontecido la pasada tarde en el río.

Mientras tanto todo el palacio está convulsionado… un ir y venir del personal, atendiendo los pedidos y algunos que otros gritos de los integrantes de la familia…una batahola infernal… la desaparición de la joven Elizabeth había conmovido hasta el último inquilino de la residencia.

Ningún rastro…no obstante la búsqueda incluyó los jardines… luego de un par de horas, el dueño de casa, decidió dar parte a la policía. La madre de la desaparecida entró en un ataque de histeria, razón por la cual se requirió llamar al médico de cabecera de la familia.

Abrió los ojos, sintió un atroz dolor de cabeza, apenas había luz…trató de incorporarse, imposible… un mareo lo impidió… ¿dónde estaba? …¿qué le había pasado?...recordó su pieza, y aquellos dos hombres que la sujetaron ¿y ahora qué?

Escuchó pasos, gritó… ¿hay alguien aquí?

    -No le ayudará gritar, jovencita, sólo nosotros podemos escucharla, no hay un alma en varios kilómetros a la redonda, y para hacer más rápido el trance, digamos qué vio en el lago…vamos, vamos, el tiempo apremia, no la haga más larga, no le conviene, ¿entendido?

    -Se los juro, yo no vi nada en el lago. Simplemente pedí ayuda porque me quedé varada y quería regresar a casa lo antes posible. Vi a dos personas cerca, por lo que decidí solicitar ayuda. Así que por favor, déjenme regresar. Quiero poner fin a toda ésta pesadilla que me está volviendo loca... 

    -No le queda otra alternativa, no la llevemos a mayores, tenemos métodos para hacerla hablar, no nos obligue a emplearlos, cuéntenos lo del lago, el tiempo apremia y además se nos acaba la paciencia...¡hable!

Varios patrulleros rodean una abandonada finca, deshabitada hace años; un cazador de la zona, avisó a la Central de Policía, que dos camionetas están estacionadas frente a la casona, ello le resultó extraño, y sugiere que investiguen.

La inesperada intervención del equipo de policías, tomó desprevenidos a los malhechores. Éstos rápidamente fueron apresados, y la desesperada inocente jovencita liberada.

Un mal entendido, una equivocación accidental, produjo un desarrollo de acontecimientos que por suerte no trajo consecuencias que lamentar.

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Estimado lector…

Si lees estas líneas señal que te interesó la historia relatada, y entonces nos alegramos al saber que logramos nuestro cometido. Agradecemos tu lectura.

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AUTORES

MARÍA ALEJANDRA JIMÉNEZ (Venezuela/España)

BETO BROM (Israel)

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*Imagen de la Web c/texto anexado

*DERECHOS@RESERVADOS

[Beto Brom]

[Beto Brom]

Satisface recibir tus huellas, NATUKA, nos incita a continuar creando.

¡¡GRACIAS MIL!!

Van abrazotes de ambos

Alejandra/Beto

[Natuka navarro]

Un placer Beto leer  vuestra historia, La historia es interesante y bien escrita, con una narrativa fluida y detalles descriptivos que ayudan a transportar al lector al escenario. La tensión y el misterio se construyen de manera efectiva a medida que la protagonista se enfrenta a dificultades y trata de encontrar ayuda. El giro final con el personaje despierto en un hospital y sin saber quién es, añade un elemento adicional de intriga. En general, me gustó la historia.

Abrazos Natuka