Ten piedad de mí, oh Dios del cielo,
conforme a tu misericordia,
conforme a la multitud de tus piedades,
borra mis rebeliones.
Lávame más y más de mis iniquidades,
límpiame de mis pecados,
regálame tu perdón conforme a mi honestidad.
Ya no quiero más andar en luto,
ni en falsedad,
quiero sentir tu amor,
tócame el corazón,
quítame el fas de los ojos,
para ver tu amor,
y contemplar tu hermosura,
y tu cielo azul.
Lávame más y más de mis iniquidades,
oh Dios del cielo,
Con el rió y con el mar,
y seré más limpio que el agua,
más suave que el algodón.
Límpiame con el hisopo,
y seré más blanco que el palomar,
purifícame con tu santo espíritu,
y seré más blanco que la nieve.
Hazme saber tu gozo y alegría,
y recrea mi corazón para olvidarme de mis congojas,
esconde tu rostro de mis pecados,
y borra de mis iniquidades.
Crea en mí, oh Dios del cielo,
un corazón limpio,
y renueva un corazón recto dentro de mí.
Y no me eches de ti,
ni me quites de mi tu santo espíritu,
devuelve el gozo de tu salvación,
ilumina mi vida,
y has de mi un nuevo ser,
y la niña de tus ojos.
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