Elegía acróstica: Entonces toca despedirme para alcanzarte.


Entonces me quedaré así,
No entiendo lo que hice mal,
Teniendo confusión en mí,

Ojalá hubiera hecho más,
No pude hacer casi nada,
Cuando te alejabas más.

En las noches te cuide y pensé
Solamente en tú mirada.
Todo por ti lo pasé.

Olvidarte nunca podré…
Como te leía mis cuentos,
A la luz de la noche te cuide.

Dejé que te vayas a un lugar,
En donde no hay más dolor;
Sentada esperando mi llegar...

¡Poder quisiera ir donde ti!
En donde siempre estar feliz,
Donde es un sueño para mi.

¡Iré yo para alcanzar!
¡Reír, bailar, y una música cantar!
¡Mientras abrazándonos y saltar!

Espera un poco mas, así poder
Perpetuar lo que se dejó,
¡A empezar nuestro amor arder!

Recordarte me lastima,
Aprieta con fuerza mi corazón,
Aquel me dejará sin una lágrima.

Lanzaré gritos al firmamento,
Como sabes que no miento,
Allí se escuchar en el viento.

No puedo detener mi plañir,
Zarparé a ti para ser feliz,
Esa que se logra con solo morir.

¡Retando esta vida de infelicidad!
Tratando de ya contigo estar,
Eternamente con la felicidad…

Nota: Es un verso dedicado a una dama,

ella que falleció sin que pudiera decirle

lo que sentía, la unica cosa del que me

arrepiento.

Autor: Adolfo Ivan Vedia Callapa.
País: Bolivia.

Vistas: 35

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME

Comentario de Adolfo Ivan Vedia Callapa el enero 12, 2022 a las 11:26am

¡Uf! Maria, tu comentario exprime mi corazón, sí, totalmente de acuerdo, nadie puede detener el ciclo de la naturaleza, ohhh, nada, gracias por tan lindas palabras, ¡¡¡un abrazo!!!  


PLUMA ÁUREA
Comentario de Maria Beatriz Vicentelo Cayo el enero 12, 2022 a las 11:00am

Entonces no se fue porque quiso, sino que una fuerza mayor la separó de ti!

Si,  cuando muere una persona que amamos, saltan los remordimientos de cualquier índole y no te lastimes más porque nos sucede a tooodos!

Bien lo dijo Vallejo en sus Heraldos Negros

Y el hombre… Pobre… ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Felicitaciones por tan sentido acróstico!

Mil gracias

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…