TALISMÁN
Distante va quedando
el deshojar irremediable del árbol
vencido por los caprichos del viento
demencialmente aturdido, no repara
ni en el verdor, menos en sus raíces.
Caprichoso pentagrama desentonado
en cada aleteo de la batuta
por qué no, antes del canto
intentaste suplir la aguda sinfonía
con este lastimero quejido moribundo.
Acaso en el reclinar de las pupilas
anidaron profusas ficciones
danzantes hasta la locura
para final hallar ciénagas truncas
en este suplicio de aguaceros rítmicos.
¡Ah! reina de altitud andina
y no poder atrapar el sesgo mochica
menos las hebras de la voz quebrándose
en el atardecer oriental, sumido entre
bostezos de agua al estrellarse en una piedra.
Al final cautivo junto a mi esperanza perdida
queda solo el insurgente crispar
de la hoguera avasalladora entre versos,
tonadas y sorbos de noches tan negras
¡tan solo eso! Eso será, mi talismán.
Orlando Ordóñez Santos
Derechos Reservados – Imagen de la Red.
Comentario
Expreso mi infinita complacencia por los dignos comentarios vertidos por Iris Girón y María Beatriz, a la vez reconozco esta labor de difusión cultural. En uno de los versos rescato la belleza y portento de la cultura MOCHICA, que siempre llamó mi atención por su trabajo eximio en cuanto a su alfarería, nos dejaron sus hermosos: "Huacos retratos" de singular y enigmática belleza, por eso mi admiración en el "sesgo mochica"; me queda rubricar este fascinante comunicación a través de un sincero abrazo poético. Gracias.
"...Al final cautivo junto a mi esperanza perdida
queda solo el insurgente crispar
de la hoguera avasalladora entre versos,
tonadas y sorbos de noches tan negras
¡tan solo eso! Eso será, mi talismán..."
Cada día el tiempo deshoja nuestra esencia
pero la voluntad y fortaleza nos da bríos
para seguir en pie aferrados al talismán de la vida,
con la esperanza mágica de la suerte y el bienestar.
Felicitaciones poeta Orlando.
El deshojo del árbol es semejante a la juventud del hombre, el 'árbol queda como un fantasma crispando sus manos, el hombre cerrando sus puños pegándose al hueso; pero ambos mantienen su raíz, su esencia y mientras esté la raíz el árbol y hombre VIVE! Y ciertamente atrás quedaron aquellas horas de verdor y fantasía:
Distante va quedando
el deshojar irremediable del árbol
vencido por los caprichos del viento
demencialmente aturdido, no repara
ni en el verdor, menos en sus raíces.
El quejido, llanto tan igual al ruido cuando azota el viento y el aguacero que cae, la naturaleza también llora como los humanos
Pero, aquí llega lo lindo de la vida, nuestro talismán aún con esperanzas perdidas, hallamos sosiego en nuestra poesía!
Al final cautivo junto a mi esperanza perdida
queda solo el insurgente crispar
de la hoguera avasalladora entre versos,
tonadas y sorbos de noches tan negras
¡tan solo eso! Eso será, mi talismán.
Gracias Orlando, muy inteligente analogía en excelentes metáforas, lo que no llegué a entender en qué sentido "no podías atrapar el sesgo mochica" Mochica fue una cultura peruana, no hallo a nada sobresaliente que no sean el tumi, el Señor de Sipán, su telar, sus huacos... ¿El tumi? Hum… ya lo explicarás!
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