S o m o s
S O M O S
Pero nosotros somos,
tú, yo,
los dos,
juntos o separados:
parte de silencio
que desconocemos.
Sola, tú,
sin mis palabras;
eras una fragancia
imperceptible.
Solo, yo,
sin tu presencia;
era una nariz
que navegaba,
ausente, sin olfato,
en el mar
de lo inerte.
En la voz de los pájaros,
cada mañana,
vaga hacia la luz
mi oscuridad de tenerte.
En las ramas se escucha
esta obstinada carga
por obligarme a tí.
náufrago,
solitario y perdido
en el desierto:
en esta muerte gris
que nada gana
si no te oyes también
en esa voz
de los pájaros
que cada mañana
anuncian la vida
que es recordar
la muerte.
Comentario
Que excelente poema ...es como un buen relato que silaba a silaba nos va adentrando a la existencia misma...muy bueno tu versar gracias por compartir. Saludos Alicia.
Solo, yo,
sin tu presencia;
era una nariz
que navegaba,
ausente, sin olfato,
en el mar
de lo inerte.
¡Érase una nariz pegada al rostro de un hombre entonces!
Ah mi lindo Benja, tu pluma no conoce límites y se erige con sabiduría para complacencia de los que te leemos!!
Muchas gracias!
Besos
Lindo y triste poema, Benjamín....un poema que ansía la voz de la persona amada. Un saludo fraterno.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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