En un sillón sin respaldo,

se recuesta mi gran pena.

Debajo de un árbol sin hojas,

se cobijan mis congojas.

como carrusel,

si niños,

van caminando,

mis horas.

En la trampa de olvido,

nunca he caído,

por eso se mece mi alma,

entre el recuerdo

y el desvarió.

En una cárcel sin rejas,

vive mi raciocinio recluido,

y en las soledades del alma,

no hay cabida para el olvido.

 

 

Vistas: 47

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…