Puerto Seguro

[Aimee Reyaly Paolini Carrasco]

Sucedió un día cualquiera, en medio de una fría tarde, que dos almas completamente opuestas, empezaron a encontrar coincidencias…

Ella torpe y tosca, con una necesidad innegable de sentir amor, de ser acariciada.. Pero con una absurda convicción de que sabía hacer todo bien, de que tomaba el camino correcto.. Toda una gata esquiva, trepada en árboles y muebles, saltando y escabullendo cualquier halo de compromiso que fuese distinto al que ella había diseñado para su vida.

El un perro consecuente y dulzón, también hambriento de amor, coqueto y alocado, picando néctar de flor en flor, probando la dicha en cada abrazo, disfrazaba su esencia y sus pesares en los traspiés de días complejos y ocupados.
Se distanciaban y juntaban, en conversas profundas y solidarias, en visitas fugaces, conscientes de que un mundo de puntos en común, los hace más cercanos que distantes.

Sus ropajes raídos de fracasos, sus zapatos gastados de tantos pasos, sus ojos cansados de llorar, sus corazones repletos de heridas.. Unas heridas abiertas como el primer día, otras totalmente cicatrizadas, más con la marca de los sucesos que las ocasionaron.

Hay de estos seres, que devenires, cuanto altibajo, cuanto trajín, solo desean parar, solo desean detenerse en puerto seguro, donde disfruten de olas serenas, donde puedan sentarse a ver el atardecer llenos de sonrisas y camaradería, acompañados de vino y quesos, arropados con las primeras estrellas de la noche naciente.

Allí llegaran, allí estarán, es lo que merecen, es para lo que nacieron, tal vez mas tarde, tal vez aun falten tropiezos.. Pero nunca las ganas y la esperanza, los abandonarán.

[Aimee Reyaly Paolini Carrasco]

Mil gracias a todos, bendecida por sus comentarios, destacados y felicitaciones..

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Aimee,

Hermoso relato. Felicidades!

Saludos y bendiciones.