Por que te vas ahora, cuando llega la noche?
Y me dejas llorando, sintiendo tu partida,
eras mi dulce amante, y no tengo reproche,
más siento que al irte te llevaste mi vida.
Escucho allá a lo lejos, sonidos de campanas,
diciéndome que te vas sin dejar mayor huella,
mas que mi corazón que no tendrá mañanas,
y el alma que se muere por mi triste querella.
Ayer todo era bello, sonreía a la vida,
y eran tus caricias como agua milagrosa,
me llenaban tus besos, y allí desvanecida,
en éxtasis me perdía, como una bella rosa.
Ahora que tristeza, tu palidez hablaba,
decía tristemente, que te irías despacio,
tus ojos llorosos, y tu voz que callaba,
del libro de la vida era solo un prefacio.
Así son los amores, se pierden con la tarde,
como árboles de otoño con sus hojas caídas,
sintiendo el frió, el viento, sin la llama que arde,
se van dejando huellas, y tristes despedidas.
Te fuiste a la caída de un sol agonizante,
me miraste muy largo, deteniendo la ida,
te abracé y fui yo, tu ultima acompañante,
la que te dijo adiós, despidiendo tu vida.
Gladys Alvarado copyright © 2012
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