PLAZA DE HIROSHIMA
(Relato verídico)
No esperaba llegar a este espacio tan enorme a la hora del silencio.
Es la hora en que la tarde le toma la mano a la noche. Hay una leve penumbra que me permite oír claramente un extraño murmullo que se mete por cada poro de mi cuerpo. No debí salir tan tarde en busca de este espacio que siempre me ha atraído como cal para los huesos, como sal viva para los ojos, como agua para la sed de la vida.

Es la hora en que todos se recogen a mirar las paredes del silencio y no se habla, ni se piensa, solamente se desea reposar con la mirada en el blanco de los recuerdos.

Cruzo la plaza en diagonal a pasos lentos. Agudizo los sentidos, deseo mirar cada pulgada del suelo, ese que un día fue alfombra de carne chamuscada. Deseo la clarividencia que se esconde en mi mente.
Hoy la necesito más que nunca. El murmullo se hace más intenso y se cuela por mi boca, diluyéndose en mi sangre hirviendo.

Sí, se que escucho gritos, lamentos. Los murmullos son cada vez más entendibles, cada vez más dolorosos. De momento comienzo a ver las caritas quemadas, los ojitos ardiendo. Las ropitas en hilachas de cenizas y sangre coagulada se pegan a mi piel.

Estoy segura que es en este lugar donde los apilaron y terminaron de matarlos para que no siguieran sufriendo por largo tiempo. La radiación les hizo mucho daño, no tenían salvación, esas reacciones en cadena seguirían pudriéndoles la piel tierna, las llagas cubrirían todo sus cuerpecitos supurantes en carne viva, en dolor vivo, en horror largo y lento.

No sé por qué necesitaba estar aquí, en este lugar de los infiernos, pedir perdón, llorar por cada uno de ellos. Llevo la culpa tatuada en mi alma vieja. Los alaridos se clavan en las entrañas como punzadas cortantes. Estoy aquí, al borde de la locura, al margen de la conciencia, llorando ríos, mares, sofocando con mis lágrimas el ardor de sus cuerpos, pero estoy segura que ni todas las lágrimas del universo podrán cellar esta laceración imperdonable. Mis brazos se alargan y extienden hasta el suelo y logro un abrazo horizontal.

Soy sábana tendida sobre la muerte.

Carmen Amaralis Vega Olivencia

Vistas: 18

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME


ADMINISTRADOR
Comentario de Silvana Beatriz Sosa el junio 28, 2023 a las 1:16pm

Carmen: De nada. te lo mereces... un abrazo :)

Comentario de Carmen Amaralis Vega Olivencia el junio 26, 2023 a las 8:26pm

Silvana Beatriz, muchas gracias por tan valioso DESTACADO Y TUS SENTIDAS PALABRAS, bendiciones, Amaralis


ADMINISTRADOR
Comentario de Silvana Beatriz Sosa el junio 26, 2023 a las 4:05pm

Carmen: Excelente relato has realizado. Mis felicitaciones por tu creatividad :)

Comentario de Carmen Amaralis Vega Olivencia el junio 24, 2023 a las 8:16pm

Delia, querida maestra y amiga, muchas gracias por tu DESTACADO JUNTO A TUS SENTIDAS PALABRAS, BENDICIONES, Amaralis


ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar el junio 24, 2023 a las 11:20am

Apreciada Amaralis: tu relato es memoria fiel de una realidad tan tremenda que la humanidad, así pasen miles de años, no olvidará. Me conmovió profundamente. Esa matanza indiscriminada fue un crimen de "lesa humanidad" imposible de ser borrada de la memoria colectiva. Te agradezco lo compartas y de esa manera enriquezca nuestra querida OME. ¡Felicitaciones!

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…