Tu me arrullas en mis sueños profanos
al decirme; cuantas palabras encendidas
en flamas acrecentadas por esa manos,
que me llevan al bramido de mis vidas
Cuando abro los ojos, te miro en el río
de elevadas caricias cada vez divinas
por su esplendor, que encaja en el brío
de mi ser arrastrado a aguas danzarinas
Son tus curvas las que me encandilan
a perder la cordura, sin poner resistencia
ya que tus ricas fragancias, se perfilan
para apoderarse de toda mi existencia
Ya no nos entendemos con el diálogo;
las miradas se alumbran y el instinto
se expande, creando varias maniobras
hasta adentrarnos en un prólogo
Yo te sellaré con el lefa que da vida,
mientras tu con tu sonrisa asentirás
con tus contoneos; la bienvenida
a tus entrañas mientras tu transpiras
Nelson
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