Noches sin dueña

[marco gonzalez]

Noches sin dueña

 

Llevo tatuado bajo longeva mi piel

el sagrado nombre de un recuerdo.

mientras las distancias me acompañan

enredadas junto a las desoladas

  noches sin dueña.

 

Voy errando en solitario,

percibiendo como me acosan

sus ojos de miel

cuando voy rodando

entre las perturbadoras aguas

de un luctuoso acuerdo.

 

Voy sintiendo que pierdo de la vida,

la música y el motivo,

cuando te busco

entre mis desalentadas sabanas

y no te encuentro.