NO OFUSCARSE
Antes que ofuscarme, tomar las cosas con tiento y tacto. Respirar profundo y no apresurarse en la respuesta. Eso me dije, aquella vez, poco después de que Juan me golpeara en la cabeza, sin razón alguna, en plena oficina.
Eso ya era grave, pero más grave aún ¡yo era su jefe! Reaccioné inmediato, no me ofusqué. Tomé oxígeno y me calmé. El reporte lo hice minutos después del suceso. Todo quedó ahí. Por lo menos para mí. No así para Juan.
Ahora Juan está desempleado y yo soy un héroe en la oficina.Todos los planes y proyectos que él iba a atender, pues bien que lo sabía, ya que era candidato a un puesto importante. Y él lo sabía, insisto. Desaparecieron cuando menos para él. Y todo lo que tenía que ver con la Compañía no sólo desapareció en su panorama personal sino que, además, fue reportado a nivel nacional a otras empresas.
Desde entonces me digo: cada acto tiene sus consecuencias
Comentario
Ay amigo es verdad hay que tener paciencia y de la buena Dios la da Un abrazo
Paciencia y prudencia son la clave, pero nos cuesta entenderlo y practicarlo.
Saludos Benjamín.
Buen texto con un contenido muy sabio.
Hay que mantener la calma,
uno de los principios claves del budismo
es no reaccionar. Hay una justicia implícita
en el universo que hace que todo
se resuelva adecuadamente.
No me imagino a Juan de jefe o dando ordenes...pobre.
Estar en puestos altos requiere de templanza para tomar decisiones importantes
Gracias por compartir tu anécdota
Abrazos fraternos
Kokul 'al
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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