¡NO!, ¡NO!, ¡NO!

Invariablemente la discusión terminaba con un ¡No!, ¡No!, ¡No!, ofensivo, vulgar, reiterado, neurótico y neurotizante. Era eso ya de años atrás. Tal vez tres o hasta cuatro años podían ser los que tenía Josefina empleando esa muletilla fastidiante, fastidiadora. La tripleta negativa -porque siempre eran tres los noes por Jose a Edgardo, su marido; y por extensión a todos los que con ella hablaban- tenía como objetivo negarle la razón, la verdad, el tino a todos sobre cualquier tema. Lo importante era trasponer la barrera de la certidumbre en el otro, sin importar si el precio, como ocurría a veces, era muy caro: errar en asuntos de negocios que tenían que ver con la fábrica, por ejemplo.

Cómo llegó Edgardo a permitir que Josefina se hiciera de poder de decisión en su negativo proceder. No estaba claro. Lo cierto es que ya iba para tres años a cargo de la Dirección de Recursos Humanos de la empresa y esa dependencia, otrora gris, por otra parte había crecido en importancia política, en número de empleados y desde luego en recursos financieros, hasta lograr convertirse en una suerte de politburó donde se decidía, si se le antojaba a Josefina y andaba de vena, prácticamente todo tipo de asuntos. Pero, ¿cómo empezó en realidad a darse todo? Muchos podían adivinarlo, pero nadie lo sabía con claridad y detalles. Cierto que Edgardo fue quien lo propició y quien abrió las puertas de la empresa para que su mujer entrara. Primero, todavía algunos lo recuerdan, para que hiciera sus pinitos la pobre, especialista en Planeación Urbana y frustrada por no haber ejercido jamás la carrera por la llegada de los críos, el cuidado de la casa, las complicaciones económicas, las escuelas y, en fin...Pero bien a bien no había quien pudiera dar data precisa de las cuitas anecdóticas que lograron hacer de Josefina, su conversión, en un lamentabilísimo cardenal Richeliu de pacotilla.

Edgardo, decían los más allegados, cuando comenzó toda suerte de tropelías, intrigas, entuertos y hasta malentendidos, intentaba meter orden. Pero no era mucho lo que lograba; dicen que primero se desesperó, luego cedió y a últimas fechas parecía temerle a su consorte que no cejaba en caminar por todas las oficinas con su triada de noes a punto de ser disparadas como metralla sobre sus víctimas interlocutoras.

Si no hubiera sido tan trágico pudiera haberse dicho era de una comicidad sensacional observar a los seres más seguros y diestros en algunas técnicas y conocimientos fabriles, contratados por la fábrica en diversos momentos -algunos ya con más de dos décadas en ella; otros de reciente ingreso-, esgrimir inseguridades por delante en cuanto veían a Josefina verlos contradecirse, verlos adivinar la contrapropuesta de Jose aún antes de que ella dictara sus consabidos ¡No!, ¡No!, ¡No!, prólogo imposible de soslayar  para contraponerles otras ideas o argumentos y, supuestamente, colocar una línea táctica o estratégica, según el caso, en el trabajo que más sabía a improvisación que a legítimo know how

Lo grave fue cuando empezaron los despidos. el terrorismo fincó sus reales en territorio de la Mexican and Cosmopolitan Textils, S. A. de C. V., y las caras agrias se esparcieron y prodigaron por todas las dependencias de la industria, a todas horas. Nunca se sabía en qué momento iban a ubicarte fuera de tu zona de influencia y acusarte, a renglón seguido de querer subvertir el orden imperante...de acuerdo con las palabras que usaba Jose en persona cuando daba instrucciones al abogado a la hora de dictaminar las causas de la disolución contractual.

Uno de los momentos climáticos fue cuando salieron los más viejos empleados que eran, connatural a su estadía de años, las gentes de confianza, el equipo formado por Edgardo durante décadas. Un cerco invisible se tendió por parte de Josefina desde luego alrededor de la oficina de Edgardo. Nadie podía hablar con él; mientras que en casa recibía informes parciales, muy bien maquillados, arreglados para distorsionar del pe al pa la realidad laboral.

Todo llegó hasta ese extremo estado de cosas en que ahora se localizaba. El personal se renovaba a cada momento. Muy pocos traspasaban los tres meses de labores. El franco silencio o la voz baja fue la manera acostumbrada de estar y ser en la planta fabril. Jose consiguió que Edgardo le autorizara, primero, una decena, más adelante una veintena y luego hasta cincuenta guardias del orden y la disciplina; casi a renglón seguido vino la adquisición de perros para acompañar a los guardias en sus recorridos; y no tardó la construcción de las mazmorras, sitios dilectos de Jose para castigar a tanto naco que se nos cuela, pese a nuestros estrictos exámenes. El terror se instaló en definitiva.

Por eso no extrañó a nadie -y hasta hubo quien lo celebró- que Edgardo y Jose hayan sido secuestrados, torturados, mutilados y asesinados con tal saña.

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Comentario

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PLUMA ÁUREA
Comentario de Benjamín Adolfo Araujo Mondragón el marzo 22, 2020 a las 1:53pm

¡Gracias querida Delia; buen domingo de inicio de semana!


ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar el marzo 21, 2020 a las 1:58pm

¡Muy bueno, me tu viste en suspenso durante toda la lectura!

Felicitaciones, Benjamín.


PLUMA ÁUREA
Comentario de Benjamín Adolfo Araujo Mondragón el marzo 20, 2020 a las 8:12pm

¡Querida Edith Elvira; gracias y con calma, y mucho cuidado, venceremos a la Pandemia...!


PLUMA ÁUREA
Comentario de Edith Elvira Colqui Rojas el marzo 20, 2020 a las 6:17pm

BUEN RELATO MUY REAL


PLUMA ÁUREA
Comentario de Benjamín Adolfo Araujo Mondragón el marzo 18, 2020 a las 10:33pm

¡Muchas gracias Haydée, por tu comentario tan puntual; te deseo para tí y los tuyos un jueves saludable y lleno de amor!


PLUMA ÁUREA
Comentario de Benjamín Adolfo Araujo Mondragón el marzo 18, 2020 a las 10:15pm

¡Gracias querida María Beatriz; muy interesante tu femenina disección de la personalidad de Jose; y más interesante tu reconocimiento de la nueva masculinidad en mi perspectiva escritural!

Especial agradecimiento merece tu bello destacado.

Buenas noches de miércoles y feliz amanecer de jueves.


PLUMA ZAFIRO
Comentario de Haydée Núñez Martínez el marzo 18, 2020 a las 8:17pm

Letras fuertes y contundentes... en los negocios hay que saber elegir muy bien a los socios para no tener tanto lío.. ni dramas, ni despidos, ni secuestros... historia escalofriante describes aquí... saludos... Haydée...


PLUMA ÁUREA
Comentario de Maria Beatriz Vicentelo Cayo el marzo 18, 2020 a las 2:24pm

Ese "no, no,no" de Jose... daba resultados por lo visto,  si por gusto no gritamos las mujeres!!  Cuando hay que poner orden y sacar adelante una empresa,  ¡A SACARLA ADELANTE SE HA DICHO!!  Después los sensibleros que vayan a quejarse donde les de la gran santita gana... 

Lo cierto es que ya iba para tres años a cargo de la Dirección de Recursos Humanos de la empresa y esa dependencia, otrora gris, por otra parte había crecido en importancia política, en número de empleados y desde luego en recursos financieros."

Si, los secuestraron es porque había amasado fortuna gracias a esos "NO,NO,NO" 

Es que la mujer no se si será tener mayor visión para los negocios o porque tiene mayor decisión en sus proyectos,  pero casi siempre logra lo que se plantea   y es muy responsable en las tareas que le encomiendan y lo importante que  no está  "en enamoramientos con la secretaria, botando la plata en tontos regalitos haciendo el papel de "viejo sonso"  por el contrario  Jose vio la necesidad de cambiar personal,  para poner de hecho,  gente más joven,  dinámica y esquivar impuestos.

Muy buen relato mi querido Benja.  ¡Por primera vez veo que un hombre ensalza y reconoce las  virtudes y méritos  que tiene la mujer!  Pasa como tú dices,  cuando ven potencial en ella, la relegan a crianza y atenciones de la casa.

¿Celebraron algunos el secuestro?  Y claro llega al extremo el hombre cuando ve una MUJER CAPAZ  QUE LO AVENTAJA,  de sentir  por  su impotencia  IRA, MALDAD, ENVIDIA, SAÑA alegrándose y celebrando un SECUESTRO.   ¡Hasta dónde puede llegar el varón!  

Y hasta en eso la Mujer es diferente es que la MUJER ES MADRE, no olvidemos eso,  una MATERNIDAD que diga lo que diga el hombre  JAMAS LA TENDRÁ!

Mis aplausos mi querido amigo!!  Digno hijo de una mujer!!

Muy bueno y muy cierto lo que has mostrado en tus magistrales líneas!

Besos y abrazos!

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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