No estoy buscando en ti, ningún perdón
ya que amar no es delito cometido,
lo cierto es que tú, a mí ya me has herido
enviándome sin juicio al paredón.
La envidia y la intriga fue tu gran don
te apoyas en tu cara niña bella,
olvidas que hasta esa lejana estrella
pueden cerrar su llama del fogón.
No es que, a mí ya me alegre tu destino
pues yo te amé con cierta devoción,
has llegado al final de tu camino.
No llores ni ruegues tu salvación,
recuerda que ese hilo cuando es muy fino
se rompe si no tienes precaución.
Manuel Ibarra
Caracas/Venezuela
29-07-2020
Derechos reservados.
Comentario
MANUEL ANTONIO
Cuando el amor es fragil uno siempre teme, a veces es bueno repensar el amor si silo va a ser lleno de intrigas y desconfianzas ,mejor dejarlo
Bello , muy bello
Gracias
mary
Estimado Manuel: Gracias por compartirnos tu bien logrado poema. Felicitaciones, Chente.
Y es cierto amigo, el amor es frágil y hay que alimentarlo todos los días con esas cosas pequeñas que hacen el milagro de la vida.
Después no es suficiente el pedir perdón, cuando el daño está hecho y se apaga la ilusión.
Un soneto clásico es tu entrega en este día con un tema sugerente, atrayente, que suscita emoción.
Gracias por tu aporte y por la calidad de tus letras.
Felicito tu ingenio creador.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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