Desatinado me dicen porque a nada le atino
por ejemplo veo tus ojos y hablo de tu boca
y si miro tus piernas voy a otro destino
he de ser de otros tiempo o creo de otra época...
Mi despiste es supremo sobre todo contigo
pues si miro hasta el cielo, mis ojos a tu ombligo;
yo no se qué me pasa pero nunca le atino
yo no se en lo pienso cuando creo que te empino...
Ya tan grande, tan grande es mi gran desatino
que todo ya lo invierto yo en soñar contigo
pero curiosamente, ¡ahí sí tengo tino!
Y nunca desfallezco en hacerlo muy real
cuando logre yo un día tenerte a mi lado
feliz como si fueras una esposa muy leal.
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