NAZARENO INMORTAL

Ahogaron con hiel y vinagre su aliento sin alguna compasión,
devoraron sus carnes y su sangre, y nada sano de Él quedó.
Se lanzaron raudas águilas arpías sobre su puro corazón,
mas su alma inmortal veloz como un rayo al cielo se elevó.

Hoy le han arrebatado cada minuto como granos de arena,
deslizándose segundos de su vida, tañidos  lastimeros de laúd.
Hoy me han dicho que se marchó en silencio de la escena,
le invadió una gran soledad, quedó inerte en un ataúd.

Más profundo que el silencio, la gran ausencia de su voz,
que cálida, constante proclamaba: "Recibe mi amor".
¿Cómo se puede vivir con el corazón partido por cruel hoz?
¿Dónde poder encontrar consuelo para mitigar el dolor?

No hay caminos en la vida, solo pesadas cruces que cargar,
hombros desollados, dorso lacerado, infame corona del mal,
los pasos lentos, doloridos, de un solitario hombre sin igual.
Era el Nazareno avanzando lento a pagar el precio por amar.

Luis Ricardo Landeo Ponce

Lima - Perú

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Comentario

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PLUMA MARFIL
Comentario de Teodora E. Leon Salmon el septiembre 4, 2020 a las 6:20pm
Un recordar del sufrimiento y muerte de Jesús por el amor que nos dio.
Saludos cordiales, poeta
Teodora

PLUMA PRÍSTINA
Comentario de Luis Ricardo Landeo Ponce el agosto 26, 2020 a las 10:37am

Jesús el Cristo histórico es el mismo que reta a la caída razón humana, por cuanto la obra de la cruz es locura para quienes la objetan (cada uno decide en su libre albedrío) mas es bendición para el que cree, que Jesucristo el Justo, el Hijo de Dios, el Redentor y Salvador para la humanidad, se levantó de entre los muertos y está sentado a la diestra del Padre celestial. Para el que cree todo es posible. Aún así, el Jesucristo histórico es único, irrepetible, cuya obra reta la vanagloria y la soberbia humana, la cual es común a todo ser humano, sin distingo de condición social, económica, racial, religiosa, intelectual. Jesús es el mismo de ayer, hoy y mañana. Es mi testimonio como médico, poeta y creyente. Un abrazo.


PLUMA BRONCÍNEA
Comentario de Maria Oreto Martínez Sanchis el agosto 26, 2020 a las 5:56am

Había escrito un magnífico comentario largo en el que comparaba el sufrimiento de un personaje histórico llamado Jesús, que murió por defender sus ideas con otros nazarenos,  buenas personas que merengue por ellas. Pero está mal la red y cuesta que entren los comentarios


PLUMA ZAFIRO
Comentario de Iris Girón Riveros el agosto 25, 2020 a las 7:10pm

"...No hay caminos en la vida, solo pesadas cruces que cargar,
hombros desollados, dorso lacerado, infame corona del mal,
los pasos lentos, doloridos, de un solitario hombre sin igual.
Era el Nazareno avanzando lento a pagar el precio por amar..."

Si a un Hombre de Bien le hicieron tanto daño,

¿Cómo entonces no pensar que podemos un mal recibir

de entes que impíamente nos abren heridas en el alma

y nos sepultan vivos en el silencio y en el olvido?

Pero el Nazareno, resucitó y está entre nosotros cada día,

y si fomentamos la paz y somos solidarios, estará más cerca todavía.

Muy lindo, conmovedor y místico tu poema.

FELICITACIONES poeta Luis Ricardo.


PLUMA MARFIL
Comentario de Alda Pascuzzo-Lima el agosto 25, 2020 a las 4:58pm

¡Me impresionan esos hermosos serventesios!

Reconozco que pocas veces he leído versos de esa dimensión que tengan tal armonía y demuestren tanta destreza.

Por demás el tema me conmueve poderosamente.

¡Le manifiesto mi admiración!

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PRESIDENTE HONORARIO
Comentario de Aimee Granado el agosto 25, 2020 a las 4:49pm

No hay caminos en la vida, solo pesadas cruces que cargar,
hombros desollados, dorso lacerado, infame corona del mal,
los pasos lentos, doloridos, de un solitario hombre sin igual.
Era el Nazareno avanzando lento a pagar el precio por amar.

Amén, Amén, Amén

Porque Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre: Señor.

Aquí siento fluir sublime inspiración, aquella que al nacer El Padre me ofreció.

Espíritu de luz que nunca me dejó que ha estado junto a mí en cada situación.

Yo sé que estás aquí, miro a mi derredor y en el detalle vi la excelsa creación. Tan diáfana en su luz, discreta en su beldad, sencilla al obsequiar la paz sin pregonar.

¡Qué bien que estás aquí, llenando el corazón, sanando la ansiedad sin trabas mi Señor!

Gracias amigo por tu compartir lleno de espiritualidad que inspira a ese acercamiento con el supremo Amor. 

Dios te bendiga.

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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